Las líneas aéreas nacionales siguen enfrentando desafíos como la volatilidad del tipo de cambio y el veloz aumento en los precios de la turbosina, lo que ha presionado sus finanzas y las ha hecho mostrarse débiles frente a compañías extranjeras. Lo anterior se reflejó al cierre del tercer trimestre del año.
Si bien el margen operativo de Aeroméxico fue positivo con 1.3%, el de Volaris con 3.4% y de VivaAerobus fue de 8.6%, Interjet tuvo una caída de 15.6% derivado de la reconfiguración de su flota SuperJet100 y al recorte de personal asociado a la operación de esos equipos.
Por lo que respecta a la utilidad neta, indicó que todas las empresas mexicanas reportaron pérdidas con excepción de VivaAerobus, que mantuvo una ganancia de 226 millones de pesos.
Esas cifras están por debajo de los resultados que reportan las compañías de Estados Unidos y Canadá, que gozan de un entorno que les permite obtener resultados cada vez más positivos.
La aerolíneas de bajo costo JetBlue y Southwest reportaron márgenes operativos de 17.3 y 14.3% respectivamente, mientras que aerolíneas tradicionales como Delta Air Lines, United, Alaska y Air Canada reportaron también márgenes de doble dígito de 13.7%, 10.9%, 13.4% y 15.5% respectivamente, siendo uno de los mejores trimestres que se han reportado en los últimos años.
Se espera que al finalizar el mes de noviembre Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) migre en 62 aeropuertos de México la turbosina que actualmente se utiliza por un nuevo derivado (Jet A), que es entre dos y cuatro centavos de dólar por barril más barato.
A esa reducción se podrían agregar ahorros por eficiencias en la logística debido a una mayor disponibilidad de ese producto en Estados Unidos, de donde se importa el 65% de la turbosina que se consume en México.