Desde la semana pasada, la ciudad de Nueva York está limitando las estadías cortas en rentas vacacionales. Los dueños de estos tipos de alojamiento tienen que pasar por un proceso de admisión para poder poner sus propiedades en plataformas como Airbnb, Vrbo y Booking.
A partir del martes 5 de septiembre, los anuncios de estancias cortas en plataformas de rentas ya no están disponibles a menos que los propietarios hayan pasado por un proceso de solicitud avalado por la ciudad y hayan recibido un número de registro oficial.
Nueva York considera cualquier estancia de menos de 30 días como un periodo corto, por lo que cualquier anuncio menor a ese tiempo debe contar con aprobación oficial para ser listado.
De acuerdo con la Ley de Registro de Alquileres a Corto Plazo publicada por las autoridades de la ciudad, “los alquileres a corto plazo sólo se permiten si el anfitrión se hospeda en la misma unidad o apartamento que los huéspedes, y no hay más de dos huéspedes alojados con el anfitrión”.
Tampoco pueden ser listados los alojamientos que se encuentren en el mismo edificio o unidad del dueño, la ley especifica que incluso aunque el arrendador viva en el mismo edificio sólo se pueden ofrecer cuartos dentro de la misma casa.
La medida pretende evitar que las viviendas se pierdan para los residentes, además surge como respuesta a quejas relacionadas con incidentes como fiestas, ruido excesivo y delincuencia.