Puebla está decidida a consolidarse como uno de los destinos turísticos más importantes de México, incluso sin costas. Así lo asegura Carla López-Malo, secretaria de Turismo del estado y la titular más joven del ramo a nivel nacional.
Con una visión centrada en las experiencias, la sostenibilidad y la colaboración público-privada, López-Malo lidera una estrategia integral que busca elevar a Puebla al cuarto lugar en recepción de turistas en México. “Ya no se trata solo de vender lugares, sino de vender experiencias”, afirma López-Malo.
Desde su llegada a la secretaría, ha trabajado para transformar el enfoque turístico con una mirada joven y creativa, impulsando productos como el turismo comunitario, la gastronomía y las rutas de aventura.
“El turismo está cambiando y los jóvenes son quienes más viajan. Es fundamental conectar con ellos desde su manera de entender el mundo”, añade.
Uno de sus principales objetivos es posicionar a Puebla como el estado turístico sin playa más visitado del país. Actualmente en el quinto lugar nacional en recepción de turistas, Puebla apunta al cuarto lugar mediante una estrategia que busca aumentar la pernocta y diversificar la oferta más allá de la capital.
“Queremos que los visitantes recorran los pueblos mágicos, que vivan experiencias auténticas con artesanos, cocineras tradicionales, productores de mezcal y café”, explica.
La estrategia de López-Malo está alineada con los objetivos de la federación y de ONU Turismo, y se apoya en mesas de trabajo con la iniciativa privada.
“No queremos un turismo masivo. Apostamos por un desarrollo sustentable y por generar economía circular en toda la cadena de valor”, enfatiza. Como ejemplo, menciona el impulso al consumo local durante la temporada del chile en nogada, que involucra a más de 28 mil productores y 600 restaurantes, con una derrama económica proyectada de más de 2 mil millones de pesos.
Otro pilar de la estrategia poblana es la promoción internacional. “Hemos hecho más de 15 viajes de familiarización con medios, agencias y turoperadores de distintos países. Ya tenemos presencia en 18 naciones a través de OTAs, medios digitales, aeropuertos y cines”, asegura la secretaria.
Además, Puebla albergará próximamente la convención del Consejo Mexicano de la Industria de Reuniones, un evento clave para un segmento que “gasta tres veces más que un turista tradicional”.
La diversificación del producto también apunta a captar nuevos públicos, especialmente a las generaciones jóvenes. “Estamos apostando por el turismo de aventura, por experiencias auténticas, por la vida nocturna y por la gastronomía. Puebla es un estado muy diverso, tiene todo”, apunta López-Malo. Desde senderismo en volcanes hasta visitas a cooperativas de mujeres artesanas, la oferta crece en todos los rincones del estado.
Como parte de esta nueva etapa, Puebla estrenó recientemente su marca turística “Puebla, latido de México”, una identidad fresca, diseñada por poblanos y pensada para todos.
“Queremos que la gente se sienta orgullosa, que se la pueda poner como quien compra una gorra en Times Square. Es una marca apartidista, joven, hecha desde el territorio”, concluye.