El año pasado, la celebración de las Fiestas Patrias en México, cuando se festeja el inicio del movimiento de independencia, dejaron beneficios económicos por más de treinta mil millones de pesos en todo el país, según informa la plataforma de hospedaje Airbnb, basada en información del Gobierno Federal.
De acuerdo con estos datos, en 2024 alrededor de dos millones 300 mil mexicanos se desplazaron a lo largo y ancho del territorio nacional el 15 y 16 de septiembre, para disfrutar de esta peculiar fiesta que rememora el comienzo de la lucha armada para independizarse de España en 1810, cuando el sacerdote Miguel Hidalgo y Costilla –considerado el “Padre de la Patria”– llevó a cabo el famoso “Grito” en el Pueblo de Dolores, localizado en el estado de Guanajuato, arenga con la que hizo un llamado a la población a tomar las armas y movilizarse para lanzarse a la lucha armada.
Pero en México esta celebración no se reduce a un par de días, sino que se festeja durante todo el mes, cuando el país se inunda de un gran fervor patrio que lleva a todas las ciudades y pueblos a pintarse de los colores nacionales: verde, blanco y rojo –que ilustran su bandera–, cuando las calles se adornan con estandartes, luces y papel picado, y la tradición se renueva a través de su música, mariachis, comida, tequila, mezcal y hasta fuegos artificiales.
La noche del 15 de septiembre las familias se reúnen para cenar, ya sea en sus casas o restaurantes, llenando las mesas con platillos típicos como pozole, sopes, pambazos, tacos de diversos guisos, tostadas de pata de cerdo, tinga, tamales, guacamole y chiles en nogada, para rematar con dulces típicos y aguas naturales de frutas, mientras ven por televisión al presidente o presidenta en turno recrear el “Grito” de Miguel Hidalgo desde un balcón de Palacio Nacional –en el Zócalo de la Ciudad de México–, mientras con largo cordón hace tañer la misma campana que en el siglo XIX usó el Padre de la Patria.
Los más osados –que suman decenas de miles— no se quedan en sus casas, sino que acuden con sus familias al mismísimo Zócalo, en el Centro Históricos de la capital, para presenciar en vivo la fiesta.
Esta recreación se efectúa también en la capital de cada estado del país y en la cabecera de cada municipio, donde, respectivamente, el gobernador o alcalde dan el “Grito” desde un balcón de su oficina. Inclusive, los embajadores y cónsules mexicanos también lo hacen en sus sedes diplomáticas alrededor de todo el mundo.
Por todo esto es que las Fiestas Patrias de México trascienden más allá de sus fronteras y los mexicanos la convierten en una festividad a la cual invitan a participar a todo aquel quiera formar parte de ella a nivel global.