En el estado de Colima existen dos comunidades en las que en cada agosto de la tierra brotan miles de hongos, dando paso a un espectáculo natural y a una oportunidad gastronómica.
Se trata de El Terrero y Lagunitas, que se localizan a hora y media en auto desde la ciudad de Colima, capital de la entidad. Son lugares donde, para aprovechar este fenómeno de la naturaleza, cada año llevan a cabo sendas Ferias del Hongo. De manera que cada fin de semana de este mes –terminando el día 24— los visitantes pueden disfrutar de una inmersión en la biodiversidad y cultura de este estado, por medio de actividades pensadas para todos los sentidos, ya que ambas ferias son una invitación a reconectar con la tierra, sus ciclos y los sabores colimenses.
Así, el mico turismo, que es una forma de ecoturismo enfocada en la exploración, identificación y aprovechamiento sustentable de los hongos, se ha convertido en una tendencia que atrae a quienes gozan del contacto con la naturaleza, el turismo responsable y experiencias sensoriales. Tanto en El Terrero como en Lagunitas esta práctica se vive con caminatas por el bosque con guías locales, pláticas educativas, talleres de recolección responsable y degustaciones que despiertan la curiosidad y el paladar.
Además, quienes acuden a estas ferias pueden aprender sobre una gran diversidad de hongos locales. Uno de los principales atractivos de las ferias es su oferta gastronómica, donde esta especie es la protagonista de platillos tradicionales como el pozole de hongos, las quesadillas de hongos, la birria típica de la región y otros guisos que se preparan con ingredientes frescos, también recolectados en los alrededores.
Las actividades al aire libre también forman parte esencial de la experiencia: tirolesas, juegos autóctonos y recorridos guiados por miradores naturales. Y para quienes buscan una experiencia más inmersiva, se habilita una zona de campamento donde las noches se viven en contacto directo con la naturaleza, bajo un cielo estrellado.