Los mercados se mueven de forma inusitada y un ejemplo se está dando en estos días con el compartimiento de los viajeros entre México y Estados Unidos.
Y es que la lógica decía que esos nacionalistas del vecino del norte que votaron por **Donald Trump**, y lo llevaron a la Casa Blanca, probablemente compartirían con él sus sentimientos antimexicanos y quizá moderarán sus viajes a nuestro país.
Además está por allí el comentario sobre el temor que han externado algunos viajeros estadunidenses, debido a que pudieran ser maltratados en México como consecuencia del muro y demás posiciones “amables” de su mandatario.
La realidad es muy distinta, pues según los datos del Instituto Nacional de Migración al mes de febrero, lo que ha pasado es que la llegada de turistas internacionales a México por vía aérea creció 9.7% y que aumentó 10.1% desde Estados Unidos.
Así es que con todo y las preocupaciones expuestas, esta temporada de invierno registrará nuevas cifras récord para el turismo receptivo de México.
Por supuesto ello no significa que los destinos nacionales estén en condiciones de organizar una fiesta, pues la situación puede cambiar rápidamente.
Un dato más fue el que aportó el gobernador de Quintana Roo, **Carlos Joaquín González**, a este espacio en el sentido de que si bien dejaron de llegar unos cinco mil spring breakers a los destinos de sol y playa de esa entidad, el resultado neto fue un aumento de 30 mil en esas semanas de vacaciones.
Pero si todo esto ya es una sorpresa, hay que ver que los agentes de viajes mexicanos están pasando las de Caín para colocar sus paquetes para hacer deportes de invierno en Estados Unidos durante la Semana Santa.
En este caso no hay cifras concretas y habrá que esperar los registros del Departamento de Comercio de Estados Unidos que, por cierto, se publican con varios meses de retraso.
El hecho es que en cinco compañías mexicanas consultadas, hay coincidencia en que cayó la demanda de paquetes para ir a esquiar a destinos como Vail o Salt Lake City, que habitualmente están abarrotados por mexicanos en Semana Santa.
Entre los factores que explican esta situación está por supuesto la muy desfavorable paridad del peso-dólar, no obstante que nuestra moneda se ha venido recuperando en el arranque de 2017.
Adicionalmente hay más asientos y buenas ofertas para viajar a Canadá, ahora que se eliminó la visa y aumentó la oferta de asientos aéreos disponibles.
Pero también está el tema de los mexicanos molestos con el muro y con los comentarios de **Trump** sobre los “bad hombres” y demás finezas.
Sin olvidar que también existe cierto temor porque cambien las reglas migratorias y las autoridades de ese país le generen inconvenientes a los mexicanos, como ya ha sucedido en el pasado.
Aunque también en este caso todavía es muy pronto para hacer un pronóstico, lo que se observa por lo pronto es que se está desinflando el apetito mexicano por ir a la Unión Americana.