COMENTARIOS AL VUELO por Rosario Avilés
Aunque el tráfico doméstico en nuestro país parece ir mejorando a partir del mes de agosto en oleadas sucesivas, lo cierto es que en el camino de esta recuperación paulatina habrá ganadores y perdedores. No se sabe muy bien si quienes hoy parecen ser los sobrevivientes realmente lo serán en el largo plazo, pero hay algunos operadores cuya estructura está sufriendo más que otras.
Los casos más dramáticos son Interjet y Magnicharters. La segunda porque su línea de negocios es justamente lo que la pandemia suspendió en primer lugar: el turismo de playa. Y aun cuando poco a poco se está empezando a recuperar este segmento, ha sido el que mayores afectaciones ha tenido, por lo que Magnicharters está prácticamente parada.
Lo de Interjet es, tal vez, el dilema más grande que tiene la actual administración. Y es que la aerolínea fundada por los Alemán tiene una deuda muy abultada (se dice que de unos 900 millones de dólares, más de la mitad con el gobierno federal), la cual debe ser liquidada antes de que le entren recursos frescos. Si se le inyectara capital nuevo, ese dinero se iría a cubrir deudas, por lo que los 150 millones de dólares prometidos por inversionistas interesados están a la espera de que se solventen los adeudos.
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En el camino, uno de los dos inversionistas que habían anunciado una capitalización, el exbanquero Carlos Cabal Peniche, informó que ya no estará en el negocio. Aún queda Alejandro del Valle, pero sin duda la empresa necesita llegar a un acuerdo con el gobierno de la 4T para que ese dinero entre directo a revitalizar a la aerolínea.
Aeromar y Aeroméxico están en condiciones complicadas, pero no insuperables. La primera, aunque también debe dinero lo está pagando poco a poco, la segunda está renegociado a través del esquema del Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de los Estados Unidos y aunque se vislumbra que quede disminuida y con una difícil cuesta por superar, se apuesta a que saldrá adelante.
Otro caso distinto es Viva Aerobús y Volaris, según expresan sus directivos. Y así se ven sus números, pues poco a poco retoman sus operaciones normales. Lo único que hace levantar algunas cejas son sus promociones de: “compre ahora y pague en 12 meses” o “Tarifas a 14 pesos más impuestos en vuelos nacionales”, con las que estas empresas están captando pasaje.
Esto hace recordar las épocas de las guerras de tarifas donde se apostaba a que las compañías rivales cayeran por la imposibilidad de competir. Es un juego peligroso, aunque en tiempos de Covid -como dirían las viejas series de TV- “audacia es el juego”.
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