Sectur: ¿Cacahuates japoneses o con sal?

 
Carlos Velázquez
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Si el año pasado el castigo presupuestal que sufrió el Ramo 21, correspondiente al turismo, dejó claro lo poco importante que es este sector para el presidente López Obrador; el que se está cocinando ahora no debería ser visto como un severo ajuste adicional, pues sencillamente mantiene la visión del que está en marcha en este momento.

En números redondos los recursos del Ramo 21 pasarían de ocho mil 786 a cinco mil 34 millones de pesos, lo que representa un ajuste de -42.7 por ciento.



Alguien podría decir que si un recorte de esa magnitud no es grave, entonces ya nada lo es.

El hecho es que la baja más importante está ligada a una institución y a un proyecto específico, es decir al Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), cuyo director general es Rogelio Jiménez Pons, y a una de las ideas favoritas del presidente, como es el Tren Maya (TM).

En efecto, mientras Fonatur tuvo para este año cinco mil 820 millones de pesos de presupuesto para el TM, la Secretaría de Hacienda prevé que para el próximo sólo obtenga dos mil 500 millones de pesos.

¿Está Jiménez Pons al borde de un “ataque de nervios”?

Pues resulta que no, lo que sí podría haber ocurrido en caso de que le hubieran dado otros casi seis mil millones; pues en 2020, el trabajo del TM se concentrará en tareas como la realización de los cálculos de ingeniería para los tramos que serán construidos desde cero.

Además de que también se dedicarán esfuerzos importantes a la obtención de diferentes Manifestaciones de Impacto Ambiental.

De acuerdo con Luis Alegre, presidente de la Comisión de Turismo de la Cámara de Diputados, se mantiene el compromiso de López Obrador de destinar el Derecho de No Residente al TM, pero en 2020 no se necesitaban más recursos.

El riesgo de haberle entregado todo el DNR a Jiménez Pons era que Fonatur incurriera en un sub ejercicio, lo que es castigado por las reglas de la administración pública.

Bajo esta lógica, si en 2021 se necesitaran muchos miles de millones más; nuevamente veremos que aumenta de forma importante el presupuesto de Fonatur.

Ahora bien de los tres mil 752 millones que le quitarían al turismo en términos absolutos, tres mil 320 corresponderían al ajuste de Fonatur y sólo 432 millones a la Secretaría de Turismo, considerando además que ya no hay Consejo de Promoción Turística que liquidar.

Coloquialmente no es equivocado decir que la Secretaría de Turismo de Miguel Torruco tuvo como presupuesto este año “cacahuates japoneses” y que ahora le darán “cacahuates con sal”.

Ya sin recursos para programas como el de infraestructura de los Pueblos Mágicos, promoción o capacitación; la Sectur seguirá operando más o menos igual que como lo ha hecho en este 2019.

Alegre, por su parte, trae un proyecto interesante vinculado al Ramo 33 que es el correspondiente a los recursos que la da la federación a los estados; allí hay una luz para el turismo de algunas entidades, lo malo es que por los tiempos quizá comience a ejecutarse hasta 2021.



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Periodista apasionado de los viajes y de entender y comunicar cómo funciona la industria del turismo.

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