Los retos del turismo en Cozumel

 
Nallely Campos
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Si las personas tienen “los defectos de sus cualidades”, los habitantes de Cozumel asumen las ventajas de vivir en una isla a cambio de los retos; aunque algunos deberían ser menos caros si hubiera una legislación equiparable a la de otras partes del mundo.
El fin de semana pasado se llevó a cabo en la isla el GFNY-Cozumel y el que viene el Iron Man, dos de muchos eventos deportivos de alto nivel que se están realizando con éxito.
Las razones evidentes de porqué Cozumel se está convirtiendo en un destino para los aficionados al turismo deportivo, e incluso al deporte de alto rendimiento, son los paisajes extraordinarios, la conectividad aérea y la infraestructura adecuada para este tipo de actividades.
En pocos lugares del mundo es factible correr o hacer bicicleta disfrutando las vistas del mar turquesa de esta parte del Caribe, además de la flora y fauna de la selva o tirarse a nadar en aguas con tanta visibilidad.
Pero hay otra razón, que se llama “seguridad”, palabra que explica por qué aficionados a los deportes de perfil alto, como empresarios, artistas o ejecutivos de grandes compañías, llegan a Cozumel con la confianza de que no habrá problemas debido a esa condición isleña.
El caso es que los cozumeleños tienen que pagar cualquier alimento más caro que en el área continental de Quintana Roo, pues casi nada se produce internamente; construir allí cuesta 25 por ciento más respecto a Cancún o Riviera Maya y los servicios hospitalarios son limitados.
Dicen los habitantes de la isla que cuando una persona se enferma gravemente, el mejor lugar para salvar la vida es el aeropuerto.
Entonces resulta interesante una idea en la que está trabajando **Freddy Marrufo**, presidente municipal de Cozumel.
Exsecretario de Finanzas de Quintana Roo y exdiputado federal, como legislador impulsó una ley para crear el Consejo Insular de México que fuera paso previo a la promulgación de una ley insular.
El propósito de la misma sería, como él dice, “equilibrar la cancha” para competir en igualdad de circunstancias con otros destinos turísticos.
Hoy a Cozumel están regresando las inversiones, hay un Westin en marcha, el proyecto de un Sheraton, otra propuesta hotelera en la llamada Isla de la Pasión y hasta un grupo local que impulsa un nuevo ferri para cruzar desde Playa del Carmen y viceversa.
Pero también es cierto que temas como el aumento del IVA de 10 a 15 por ciento, como parte de la Reforma Fiscal, han complicado los negocios.
Más allá de un tema de justicia a una población de mexicanos que vive en una condición especial, contar con una legislación insular podría darle un impulso deseable a un conjunto de destinos turísticos.





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Periodista especializada en turismo

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