Las aerolíneas mexicanas trabadas en un juego de ajedrez

 
Carlos Velázquez
hrs.

En el panorama de la aviación mexicana no sólo hay nubarrones, sino que el escenario puede derivar en una tormenta.

Este año las aerolíneas se han enfrentado a precios elevados de la turbosina, la falta de promoción internacional de México y a la desaceleración de la llegada de estadounidenses y de viajeros de otros países como Argentina y Reino Unido.



Además han aparecido elementos que en enero no estaban previstos como la reducción de las expectativas de crecimiento económico; pues de concretarse el pronóstico de que el Producto Interno Bruto (PIB) aumentará menos de 1% en 2019, también incidirá negativamente en la demanda de boletos de avión.

Sin ignorar los problemas estructurales, como la fórmula de definición de la Tarifa de Uso Aeroportuario (TUA), que ya derivó en un escenario de aeropuertos ricos con aerolíneas pobres.

Las ultra low cost, es decir Viva y Volaris, parecerían las mejor preparadas y quizá las únicas que se podrían beneficiar de los subsidios que están recibiendo los grupos de menores ingresos y particularmente los jóvenes que han accedido a los programas sociales del nuevo gobierno.

Mientras, Interjet, que dirige William Shaw, está impulsando cambios operativos que le han permitido una reducción de 2.6% en sus costos en los primeros cuatro meses del año.

También está por anunciar una renovación de sus esquemas de procesamiento de transacciones con tarjetas, que les generará ahorros y acceso más rápido a sus fondos.

Además, está metido en una importante reingeniería financiera, a partir del  crédito por 150 millones de dólares que le otorgó Bancomext y que tanto han criticado sus competidores, pues fue visto como un espaldarazo del nuevo gobierno.

Claro que el costo de haber sumado a su flotilla hace años dos decenas de Sukhois rusos, hoy en proceso de venta, sigue afectando sus cifras; no obstante los buenos resultados que trae en algunas rutas nacionales e internacionales.

Entre esos otros imprevistos que han golpeado a la aviación, Aeroméxico que dirige Andrés Conesa ha enfrentando este año el costo de tener en tierra sus Boeing 737 MAX, debido a problemas que ponen en riesgo la seguridad de los vuelos.

Mientras, en Interjet sostienen que Aeroméxico le ha quitado más de 150 sobrecargos, con el apoyo de Óscar Schroeder, un ex colaborador que ahora trabaja para la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y que tuvo acceso a su base de datos.

La versión en Aeroméxico es que se trata de una situación de mercado, en donde esta aerolínea resulta más atractiva para el mercado laboral.

El más reciente elemento que complica el panorama, es el potencial incremento arancelario de Estados Unidos a México, que de concretarse también tendrá consecuencias en el transporte de carga aéreo entre ambos países.

Así es que hoy el negocios aéreo es nuevamente un juego de ajedrez para expertos.

Divisadero

Megaproyecto. Hoy Rogelio Jiménez Pons, titular de Fonatur, y Alejandra Fraustro, la secretaria de Cultura, firmarán un convenio para la protección e investigación arqueológica derivados de la construcción del Tren Maya.



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Periodista apasionado de los viajes y de entender y comunicar cómo funciona la industria del turismo.

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