Aeropuertos ricos, con aerolíneas pobres

 
Carlos Velázquez
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Tras un inusual lustro positivo para el negocio mundial de la aviación, que también se vivió en México de 2012 a 2017; nuevamente hay una situación complicada para las aerolíneas, que tiene el potencial de afectar al turismo.

Es una problemática adicional a la que se refirió Luis Barrios, quien como presidente de la Asociación Mexicana de Cadenas de Hoteles (AMCH) dijo que este año se redujo en 1.7 millones la disponibilidad de asientos de avión desde Estados Unidos hacia México.



Lo que está pasando internamente es una historia que recuerda otros periodos del pasado, aunque incluye una nueva realidad con grupos aeroportuarios que están ganando mucho dinero y las aerolíneas que están enfrentando grandes retos.

De una manera muy esquemática, hoy existe una creciente e insostenible competencia pero no entre aerolíneas tradicionales y de bajo costo; sino entre aerolíneas tradicionales y de bajo precio.

Bajo costo implicaría que estas últimas usaran aeropuertos más baratos que el Internacional de la Ciudad de México, como el de Toluca; aunque tras la desaparición de Mexicana, ahora todas compiten desde el primero y otros principales.

Además la carga impositiva es muy alta y, desde la segunda mitad de 2017, se está viendo esa mezcla peligrosa con un peso débil frente al dólar, cuando muchos compromisos para la aviación son en esa divisa; una guerra de tarifas y además un entorno económico que cada día se complica más.

No sólo por los cambios que impulsa el nuevo gobierno, que ya derivaron en un primer trimestre de crecimiento negativo; sino a nivel mundial, con la amenaza de una recesión en Estados Unidos y las diferencias comerciales entre su presidente Donald Trump con China.

Así es que en el primer trimestre de 2019, los tres grupos aeroportuarios que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), registraron un ingreso conjunto por más de nueve mil 722 millones de pesos, con un incremento de 5% respecto al mismo periodo del año anterior.

La utilidad operativa de Aeropuertos del Sureste (Asur) fue de dos mil 216 millones de pesos; la de Grupo Aeroportuario del Pacífico (GAP) de dos mil 78 millones y la del Grupo Aeroportuario Centro Norte (OMA) de mil 128 millones de pesos; para alcanzar en su conjunto un récord de cinco mil 422 millones de pesos.

Mientras tanto, las cuatro principales aerolíneas domésticas reportaron un ingreso conjunto por 31 mil 595 millones de pesos; pero Interjet sufrió una pérdida operativa de 409 millones, Aeroméxico de 377 millones, Viva de 335 millones y sólo Volaris estuvo en números negros con 26 millones de pesos. La pérdida conjunta de mil 95 millones de pesos.

Respecto al renglón de utilidad neta, Aeroméxico perdió mil 271 millones; Interjet, 516; Viva 240 y Volaris ganó 519 millones; contra 760 millones de OMA, mil 397 millones para GAP y mil 519 millones para Asur.

Panorama que refleja por una lado la demanda de asientos; pero también las complicaciones y distorsiones de un mercado aéreo sobre el que hay muchos aspectos que urge analizar, resolver y transparentar.



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Periodista apasionado de los viajes y de entender y comunicar cómo funciona la industria del turismo.

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