La propiedad vacacional ocupa un papel fundamental en el sector turístico mexicano y en 2023, generó aproximadamente seis mil millones de dólares por la venta de membresías, representando un crecimiento del 9 % respecto a 2022 y del 7 % en relación a 2019.
Rosario Rodríguez Rojo, presidente de la Asociación Mexicana de Desarrolladores Turísticos (Amdetur) y directora general de Grupo Royal Holiday, dijo que el primer semestre de este año tuvo resultados igualmente prometedores.
Sin embargo, en el segundo se están presentando desafíos importantes por la disminución en el ritmo de llegadas de los viajeros internacionales, sobre todo de Estados Unidos, debido a la falta de asientos de avión por problemas de las aerolíneas y la insuficiente promoción turística de México en el extranjero.
La dirigente destacó la necesidad urgente de que el sector privado y las autoridades trabajen juntos para cubrir el vacío que dejó el cierre del Consejo de Promoción Turística de México.
Un sector sobresaliente
México registró 296 mil 377 ventas de membresías en 2023, lo que implica un crecimiento del 5 % en comparación con 2022 y del 7 % en relación a 2019, según el último informe anual Resorts Condominiums International (RCI).
El precio promedio de venta de membresías fue de 20 mil 279 dólares, con una cuota de mantenimiento promedio de 790 dólares, ubicándose
los precios más altos en destinos como Los Cabos y Cancún.
En el contexto global, Estados Unidos lidera el mercado de propiedad vacacional, seguido por México en segundo lugar y Brasil en tercero.
En Brasil, el precio promedio de venta de membresías fue de 13 mil 125 dólares, con un costo de mantenimiento de 524 dólares.
Los resultados en México durante 2023 fueron alentadores, no sólo por los montos de las ventas sino debido a que el 25.2% de los prospectos se convirtieron en cierres efectivos y solo el 6.9 % de estas
ventas fueron canceladas.
En el sector en su conjunto, es considerada una tasa de cancelación inferior al 10% es considerada sobresaliente y, como referencia, en Brasil el índice de cancelación fue del 27%.
En cuanto a la distribución del producto en México, el 67 % corresponde a Travel Club; el 18% a Semana Flotante, el 14 % a Puntos y el 1% a Semana Fija.
México ofrece diversas opciones de pago, destacando un bajo enganche promedio del 25%, una tasa de interés del 12% y plazos de financiamiento de hasta siete años.
Estos datos demuestran la capacidad de innovación del mercado mexicano en comparación con otros mercados y reflejan las tendencias de los viajeros actuales.
Hoy el crecimiento del mercado mexicano tiene como principales motores el interés de los compradores mexicanos y la flexibilidad de los productos ofrecidos.
Los retos
Además de que la falta de un organismo que gestione la publicidad, la promoción y el manejo de crisis en México ha debilitado la competitividad del país frente a otros destinos que están invirtiendo fuertemente en promoción, como República Dominicana y Turquía; Rodríguez Rojo se refirió a otros desafíos.
Uno de ellos es la creciente competencia de los cruceros, que han experimentado un resurgimiento tras la pandemia; pues las llamadas “ciudades flotantes” están ofreciendo experiencias de más calidad, para captar a un público que solía privilegiar los destinos all-inclusive.
“El nivel de satisfacción con el que baja un crucerista de un barco es altísimo, y además genera un deseo de volver a hacerlo”, explicó.
Otra de las características importantes de la industria de propiedades vacacionales en México es la dependencia del mercado norteamericano, especialmente de los Estados Unidos, que representa 75% de las ventas de estos productos.
La reducción en la llegada de turistas estadounidenses ha tenido un efecto directo en las ventas del sector. Al bajar la ocupación hotelera, también han disminuido las tarifas, lo que a su vez afecta el perfil del visitante.
“Si viene menos gente, especialmente de Estados Unidos, se reduce la posibilidad de presentarles el producto y de venderles”, explicó.
Además, el turista norteamericano es conocido por su capacidad de gasto, y quienes compran membresías de propiedades vacacionales suelen gastar hasta un 70% más en el destino en comparación con otros turistas.
La dirigente de Amdetur confió en que, a pesar de este escenario con nuevos retos, la propiedad vacacional seguirá siendo un pilar del turismo mexicano como ha sucedido durante décadas.