Después de casi dos años de trabajo, hace unos días fue aprobada por la Ley de Fomento a la Industria Vitivinícola por el Pleno de la Cámara de Diputados que pretende hacer más competitiva la actividad.
Hace unos meses el gobernador de Baja California, Francisco Vega de Lamadrid, en su calidad de coordinador de la Comisión de la Industria Vitivinícola de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), convocó a una reunión para los últimos detalles de la propuesta de ley, que fue aprobada.
También estuvieron el entonces secretario de Hacienda y Crédito Público, Francisco Meade, así como con los presidentes de las asociaciones de comités estatales y asociaciones de vitivinicultores de todo el país.
El objetivo aprobado fue revisar las principales necesidades que presenta este sector y coordinar los apoyos necesarios encaminados al proceso industrial.
También se incluye una revisión a los sistemas tecnificados de riego; la investigación e innovación tecnológicas; los esquemas de capacitación y el fortalecimiento de sus normas, para garantizar la calidad y certificación del producto.
Wenceslao Martínez Santos, presidente de la Comisión Especial de la Industria Vinícola y Berries mencionó que esta ley busca beneficiar a los productores nacionales en Zacatecas, Coahuila, Querétaro, Aguascalientes y principalmente en Baja California e impulsar la industria vitivinícola que tiene un crecimiento de 12% anual, por encima de cualquier otra actividad en el país.
Dentro de las principales necesidades que tienen los vitivinicultores del país, están la colaboración conjunta entre los gobernadores de los estados, los productores vitivinícolas y el Gobierno Federal, lo que se acordará mediante una Mesa Permanente.
Martínez Santos dijo que la ley es plural y recoge las aportaciones del resto de los diputados de la Comisión Especial, del Senado de la República, del Consejo Nacional del Vino, de los productores organizados de los valles productores de Ensenada, así como de expertos en temas hídricos, fiscales, comercialización, entre otros.
Este nuevo marco jurídico se integra por 41 artículos, concentrados en cinco Títulos, con lo que se otorgan las herramientas legales para impulsar y promover a este sector.
El documento resalta que en México se requiere de manera urgente reconocer a la industria vitivinícola nacional como un sector en crecimiento, que favorece al campo mexicano.
Refiere que la producción nacional representa cerca del 30% de lo que se consume anualmente, por lo que el incremento de la demanda se satisface con la importación, la cual superó, en 2015, los 220 millones de dólares.