Tendencias y desafíos de los viajes de verano de estadounidenses

 
Redacción
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El último informe de Deloitte, “Vacations Pass the Value Test: 2024 Deloitte Summer Travel Survey,” revela que el 48% de los estadounidenses planea viajar y alojarse en hospedajes pagados este verano, a pesar del aumento de los precios y las presiones económicas.



Este porcentaje se mantiene constante con respecto al año pasado, pero los viajeros están reduciendo la cantidad de vacaciones que tomarán en comparación con 2023.

Uno de los aspectos más destacados del informe es que los precios más altos están incrementando los presupuestos de viaje, ya que uno de cada cinco encuestados afirma que gastará significativamente más en sus viajes de 2024 en comparación con el año anterior.

La intención de volar también está en aumento: el 52% de todos los viajeros planea volar dentro del país y el 22% planea vuelos internacionales.

Impacto de los ingresos y la flexibilidad laboral

El informe subraya un cambio demográfico en los viajeros, con un mayor porcentaje de viajeros de altos ingresos y mayores que está influyendo significativamente en los presupuestos de viaje.

Las familias con ingresos superiores a los $100,000 dólares anuales representan ahora el 44% de los viajeros, frente al 35% del año pasado, incrementando el presupuesto de los viajes más largos en un 18%.

Además, la flexibilidad laboral y el trabajo remoto siguen impulsando los planes de viaje. El 21% de los encuestados planea trabajar durante sus vacaciones más largas este verano, lo que les permite extender su estadía y disfrutar de más tiempo en sus destinos.

Percepciones sobre el costo y el valor del viaje

A pesar de las presiones económicas, los estadounidenses siguen comprometidos con sus planes de viaje. Según el informe, muchos están reevaluando lo que significa viajar para ellos, dando más importancia al descanso y la reconexión.

Se espera que los estadounidenses tomen un promedio de 2.3 viajes este verano, una disminución respecto a los 3.1 viajes de 2023, pero alineado con las cifras de 2022.

El costo sigue siendo una barrera significativa, ya que un tercio de los no viajeros planea quedarse en casa debido a los altos costos, un aumento de ocho puntos porcentuales en comparación con 2023. Sin embargo, aquellos que sienten que sus finanzas han mejorado en el último año están dispuestos a gastar $528 dólares más que el viajero promedio en su viaje más largo.

Nuevas estrategias y preferencias de viaje

Los viajeros están explorando opciones de alojamiento alternativas para estirar sus presupuestos. Aunque los hoteles siguen dominando las reservas, su popularidad ha disminuido, mientras que las rentas privadas y otras opciones como B&Bs y RVs están en aumento.

Además, el 43% de los viajeros aéreos están dispuestos a pagar por una experiencia de vuelo más cómoda, lo que representa un aumento respecto al año anterior.

La diversidad en los destinos internacionales también está en aumento, con un interés creciente en viajar a Asia. Además, más estadounidenses planean viajar por carretera este año (66% frente al 56% en 2023), con casi la mitad haciéndolo para ahorrar dinero.

A pesar de las turbulencias económicas, los viajeros siguen valorando las experiencias y muestran una intención de viajar similar a la del verano pasado.

Este verano, la industria del turismo se enfrenta al desafío de ofrecer experiencias valiosas a pesar de los crecientes costos, mientras los viajeros estadounidenses navegan por nuevas herramientas de planificación y estrategias para hacer rendir sus presupuestos.



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