Los directores de recursos humanos de los hoteles ubicados en algunos de los destinos más populares de México, enfrentan el reto de generar nuevos alicientes no sólo para conservar a su personal, sino para capacitarlo y mantenerlo motivado para atender a los clientes.
La pandemia del Covid-19 fue un catalizador que obligó a muchos trabajadores que se quedaron sin empleo, a regresar a sus lugares de origen frecuentemente ubicados en las zonas rurales de entidades como Chiapas, Guerrero y Oaxaca.
El problema es que muchos descubrieron que con lo que ya habían aprendido durante su experiencia laboral y con los subsidios que otorga el gobierno federal a jóvenes, adultos mayores y madres solteras era factible encontrar nuevas formas de generar ingresos, por lo que un número importante decidieron ya no regresar a la hotelería.
De acuerdo con Albert Puig, director corporativo de Comunicación de la cadena española de hoteles Ríu, esta situación se ha convertido en un problema importante en destinos como Los Cabos.
Durante su visita a México por el Tianguis Turístico, el ejecutivo se reunió con funcionarios de la Secretaría de Turismo de Baja California Sur para pedirles su apoyo para capacitar a potenciales trabajadores en la entidad.
En ese destino la situación se ha agravado porque con las elevadas tarifas y altos niveles de ocupación, la rotación del personal también es muy elevada.
La competencia incluso es internacional, por ejemplo el año pasado los hoteles de Qatar hicieron en Los Cabos una “feria del empleo” para llevarse a trabajadores bien capacitados a los establecimientosde ese país, donde se realizó el mundial de futbol.
Muchos de ellos ya no regresaron, pues el evento deportivo expandió la oferta hotelera de ese país de Medio Oriente.
Javier López, vicepresidente de Operaciones de la cadena de Hoteles Accor para México, Centroamérica y el Caribe reconoció que esta situación los está obligando a tomar medidas creativas.
Por ejemplo, compartió que como parte de la apertura de su hotel Novotel en Monterrey la compañía se dio a la tarea de contratar y capacitar a personas del medio rural de Nuevo León.
Y para retenerlos, construyó unas instalaciones cómodas y atractivas, “prácticamente un hotel todo incluido”, para que los trabajadores disfruten sus horas de descanso y tengan un incentivo adicional al sueldo para hacer carrera en ese hotel.
