La pandemia dejó a su paso una escasez de personal en la hotelería mexicana que aún se está padeciendo, así lo reconocieron directivos de Arriva, Hyatt e IHG.
Coincidieron en que a pesar de la inversión en capacitación, entrenamiento y programas de apoyo, los trabajadores se van “por unos pesos más”.
Los hoteles tienen características y atributos similares, pero la experiencia del huésped está basada en quienes ahí trabajan, aseguró Guillermo Martínez, jefe de finanzas de Arriva Hospitality Group.
El talento humano, como lo llamó Martínez, es lo que hace la diferencia entre un hotel de negocios y un resort all inclusive, ya que el primero requiere de un rápido y eficaz, y el segundo de una atención personalizada que involucra una conexión emocional.
Por su parte, Germán Ongay, vicepresidente regional de desarrollo para México de IHG Hotels & Resorts, coincidió que experiencia y servicio van de la mano, pero ambas cosas están relacionadas con la tarifa.
“Si yo pago una cantidad existe una expectativa de servicio, que no todo el tiempo se da porque no tenemos el suficiente personal”, enfatizó Ongay.
Comentó que en un país donde “competimos a ver quién cobra menos” en la tarifa hotelera eso repercute de forma inmediata en la calidad del servicio.
La pandemia generó que los servicios rutinarios como el cambio de sabanas o lavado de toallas ya no fuera diario sino después de 2 o 3, eso provocó que se fuera minimizando el servicio y con el paso del tiempo afectó para subir las tarifas.
Sin jóvenes en el turismo
Existe una falta de interés de los jóvenes por estudiar hotelería o turismo, aseguró Federico Moreno-Nickerson, vicepresidente de desarrollo para Latinoamérica de Hyatt Inclusive Collection.
“Lo triste es que ya no hay jóvenes que están entrando (a la hotelería) y son el oxígeno de la industria”, dijo Moreno-Nickerson.
Reiteró que la problemática a revisar es la falta de trabajadores de limpieza, camaristas y lavaplatos, entre otros.
Los problemas de personal son en Cancún y Los Cabos, es decir en los mercados principales, no en los secundarios como Ixtapa, Huatulco y Puerto Escondido donde se vive lo opuesto.
Un problema estructural serio es la falta de infraestructura social, la cual requieren los trabajadores de esos mercados, como vivienda, escuelas púbicas, guarderías y hospitales, que son temas que la industria hotelera y los gobiernos deben de resolver, aseguró Moreno-Nickerson.
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