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Son cinco lugares apacibles con todas las comodidades para hospedarse en Campeche y Yucatán
Ubicadas en lugares estratégicos en los estados de Campeche y Yucatán, al estar cerca de las principales atracciones y zonas arqueológicas de ambos destinos, las cinco haciendas de The Luxury Collection, perteneciente a grupo Marriott, son ideales para quienes busquen una experiencia de lujo y descanso en contacto con la naturaleza.
Hacienda Puerta Campeche se halla en el corazón de la “ciudad amurallada”, junto a la Puerta de Mar (uno de los principales accesos a la capital campechana) y sobre la Calle 59, el lugar preferido para recorrer los mejores bares y restaurantes de la zona.
Consta de 15 habitaciones de un estilo minimalista, con muebles de madera, productos de la localidad y el confort que caracteriza a Marriott. Asimismo, cuenta con una terraza para eventos especiales como bodas o cumpleaños con capacidad para 100 invitados o para asolearse; tiene tres piscinas, un bar y un spa para consentir a sus huéspedes.
En Uayamon, la propiedad que data de 1700 refleja la sofisticación de la hacienda como centro vacacional enfocada en la belleza natural que la rodea gracias a sus jardines enramados, donde se puede apreciar el canto de las ranas. Es petfriendly y se encuentra muy cerca del sitio histórico maya, Edzna.
Yucatán cobija el resto de las propiedades: Santa Rosa tiene 11 habitaciones esparcidas por la que en el pasado fue la finca de un noble donde se exhiben columnas talladas que dotan al lugar de un ambiente místico. Los turistas pueden consentirse con masajes en los jardines con productos autóctonos con vistas al jardín botánico.
Temozón ofrece una experiencia única al estar en contacto con la selva de la península resguardado por la arquitectura maya de las paredes de corales de la hacienda. Además de ubicarse en el corazón yucateco, los huéspedes quedarán encantados a las sesiones de masoterapias que brindan.
Por último, la hacienda de San José invita a los viajeros a caminar bajo sus arcadas florales y senderos de tierra, y a descansar después de veladas iluminadas con velas.