Dado que el segmento de viajeros que se interesa por el rubro de los tiempos compartidos ya no está conformado por personas mayores de 50 años de edad, sino por el de 25 a 34 años, y que están surgiendo mercados nuevos sobre todo en Sudamérica, existen nuevos retos en la implementación de técnicas de promoción enfocadas al sector.
El mercado de los tiempos compartidos representa una derrama de gasto promedio de mil 590 dólares por estadía, casi el doble de un turista normal que gasta 780; además es un rubro que puede sacar adelante a un destino en momentos de crisis.
Según se explicó en el panel sobre actualización de la industria que se realizó en la convención anual de la Asociación Mexicana de Desarrolladores Turísticos (Amdetur), en la que participaron Interval y RCI, los más importantes desarrolladores de redes de intercambios vacacionales en tiempos compartidos en México, este dato evidencia los factores que deben ser puestos a revisión dentro del marco de trabajo y objetivos a los que se dirigen en la actualidad.
Estas nuevas modalidades exigen entender que el interés que tiene este mercado de clase media que va de los 25 a los 34 años como un reflejo de lo que está sucediendo en los viajeros, quienes ya optan más por la compra de experiencias vacacionales más que la de un desarrollo, según explica Juan Ignacio Rodríguez, vicepresidente senior para el desarrollo de negocios de Latinoamérica de RCI.
Estudios de Interval y RCI arrojan que las principales fuentes de información para este mercado son las redes sociales e internet, por lo que todas estas opciones web deben ser alimentadas con contenido básico y útil que potencie el interés por los tiempos compartidos al mercado más joven.
**Mercados emergentes**
Según expresa Marcos Agostini, vicepresidente senior para el desarrollo de ventas y negocios de Interval, dado que el desarrollo de los tiempos compartidos va de la mano con el desarrollo del turismo en un país, dentro de los mercados emergentes destacan los sudamericanos, quienes están tomando mayor conciencia de lo que es el turismo en la actualidad.
De esta forma son Brasil, Colombia, Perú, Chile y Panamá los que más destacan como mercados emergentes en la región, sobre todo porque hay más clase media viajando y su economía está creciendo, lo que les permite invertir en viajes de este tipo.
A esto RCI agrega que en este rubro existen mercados emergentes que, aunque están sobresaliendo financieramente, no lo están haciendo en el desarrollo de tiempos compartidos y viceversa. En el caso de los que sí se están desarrollando en tiempos compartidos están Perú y Panamá; los que están en el proceso de desarrollo financiero son Brasil, Perú y Colombia, además de Panamá de nuevo que crece considerablemente, dijo.
En el caso de Brasil incluso, el potencial de adquirir viajes fuera del país se amplía porque en la actualidad el turismo local está siendo muy caro y su poder adquisitivo se incrementó dado que en 2003, un dólar costaba cuatro reales. Hoy en día un dólar cuesta cerca de 2.2.
Los mercados emergentes fuera de Latinoamérica son China, Dubai (desde hace cuatro años) y Turquía principalmente. En el caso del mercado europeo, éste está detenido dado que la crisis financiera no le ha permitido aun avanzar según Interval.
Para RCI, una oportunidad de inversión está el continente asiático el cual está creciendo más comparado con las demás regiones del mundo, en especial China, lo que crea una oportunidad considerable en el rubro de los tiempos compartidos que aún no se ha explorado en esa región.
**Retos**
Con base en los datos antes citados, Juan Ignacio Rodríguez apunta a la creación de un marco regulatorio, inversionistas que comprendan lo que representa el tiempo compartido y entidades gubernamentales y empresas como Interval y RCI que potencien este mercado y lo promocionen.
Además, abunda, ésta promoción tiene que cambiar y adaptarse al cambio significa adaptarse a las estrategias que ya no están siendo las correctas, pues éstas aún sigue dirigida al mercado de más de 50 años.
Agregó que aunque el segmento de sol y playa sigue siendo el primer gancho, los destinos ya están generando y desarrollando otras posibilidades como la del turismo colonial, turismo de aventura, rural, médico, etcétera. “Lo que sucede es que en el mercado de tiempo compartido necesita un flujo de gente para poder crecer, por eso, sol y playa sigue siendo el número uno hasta hoy”.
A esto se suma que el gasto que genera este segmento es mayor porque el tiempo compartido está dirigido a familias, así que viajan más personas, y además el promedio de estancia es de seis a 10 días, cuando en sol y playa puede ser sólo de tres a cuatro en promedio.
Cuando un mercado se está destapando, RCI e Interval funcionan como actores proactivos apoyando a las normas y marco regulatorio, como lo han hecho por ejemplo en Brasil, Colombia y Argentina a lo largo del tiempo.
Agostini de Interval agrega que tener distintas ofertas hoteleras condominales es muy sano para un destino porque así cada tipo de producto puede aportar clientes diversos a un destino cuando se habla de desarrollo. “También urge en la necesidad de ver mejores productos para desarrollar turismo y el interés de los viajeros por el tiempo compartido”.
Por su parte, Juan Ignacio Rodríguez dice: “el ideal es que se conjugue el lado social para desarrollar destinos, personas y comunidades; en segundo término que sea sostenible no nada más en lo ecológico, y en tercero que genere actividad económica, de otra forma no habría empleos en el sector.”
Al potenciar el tiempo compartido no solo se destapa la venta, sino que este turista compra en otros lados, y como ejemplo menciona los 48 mil brasileños que adquirieron alguno, de los cuales el 20 por ciento lo hicieron fuera como México, (República) Dominicana y Florida.
“El potencial del tiempo compartido es que genera un cliente cautivo al que le gusta un destino y que además es un turista repetitivo, tanto dentro como fuera del país”, finaliza el representante de RCI.
