La falta de conectividad aérea y de una estrategia nacional de promoción turística son las razones por las que, de acuerdo al Grupo Empresarial Estrategia (Gemes), el turismo canadiense no sólo no ha logrado recuperarse sino que a partir de febrero de este año tiende la baja otra vez.
Debido a su fortaleza económica y a su clima extremoso, Canadá es un importante emisor de turistas internacionales con 33.1 millones de salidas en 2019, que significaron una derrama de 35 mil 342 millones de dólares.
Sin embargo, las duras medidas sanitarias que aplicó el gobierno de ese país durante la pandemia provocó que de los 21.3 millones de canadienses que viajaron en avión en 2019, dicha cifra cayera a 6.7 millones en 2020 y a 14.2 millones en 2022.
En 2020 el número de canadienses que llegaron a México cayó 58.7% y para 2022 con 1.7 millones de canadienses, el número fue 26.9% menor respecto al periodo prepandémico, según Statistics Canada.
De noviembre de 2022 a febrero de 2023, la llegada de visitantes canadienses ya presentaba un incremento de 1.7% respecto al mismo periodo de 2019-2020; pero en febrero hubo una reducción de 11.6% contra febrero de 2020.
Además, se observa un impacto asimétrico dependiendo de los destinos y aunque en números absolutos Cancún y la Ciudad de México fueron los más afectados, la baja se compensó con la llegada de más viajeros internacionales de otras latitudes.
Sin embargo, los destinos con más problemas son Mazatlán y Huatulco, pues además de que han sufrido disminuciones de -11.% y -35.2% respectivamente, para el destino oaxaqueño los canadienses representaban 85.8% del mercado internacional en el invierno de 2020 y para el de Sinaloa el 53.3%.
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