El SAF no es suficiente para la descarbonización

 
Andrea Mendoza
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El martes de esta semana, Virgin Atlantic logró el primer vuelo transatlántico operado completamente con combustible sostenible de aviación (SAF).



La operación fue de Nueva York a Londres y estuvo financiada por el gobierno británico y por la aerolínea. Y aunque el hecho supone un hito para la aviación, todavía no podría considerarse un paso completamente sólido hacia la descarbonización.

De acuerdo con los objetivos de aviación sostenible de la ONU, esta industria debería de reducir un 5% sus emisiones para 2030.

Sin embargo, pese a que Virgin Atlantic logró lo que ninguna otra aerolínea, Shai Weiss, CEO de la empresa, reconoció durante la conferencia previa al despegue del avión que “no hay suficiente SAF” dado que no se produce a escala.

En julio de este año, durante el evento Wings of Challenge Americas (WOCA), que organizó la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), tanto Pedro de la Fuente, gerente senior de sustentabilidad de IATA, como Guillaume Gressin, vicepresidente de estrategia y operaciones comerciales de Airbus para Latinoamérica, coincidieron en que algunas regiones no producen suficiente combustible de aviación sostenible para acercarse a los objetivos de descarbonización.

Para el caso de los países latinoamericanos, los directivos afirmaron que el paso más cercano y viable para su sostenibilidad aeronáutica es la renovación de flotillas.

Ambos directivos declararon durante un panel dedicado a este tema que los países latinoamericanos no tienen proyectos para producir combustible de aviación sostenible (SAF). 

Guillaume Gressin dijo en su participación que adquirir nuevas aeronaves que contaminen menos y optimizar los recursos utilizados puede funcionar en tanto no haya otras opciones para avanzar hacia la descarbonización.

“Nosotros como fabricantes de aeronaves hemos visto que el SAF representa entre el 45% al 75% de la solución. Pero existen otras salidas como optimizar las operaciones de vuelo o reestructurar el uso de recursos y la renovación de flotas”

En su experiencia, los pasos a seguir son medir cuánto se emite, ver donde se puede reducir y hacer un plan de descarbonización personalizado.

Otra opción también viable pero menos es el uso de hidrógeno. Y aunque faltan estudios para poder utilizarlo adecuadamente, Gressin aseguró que jugará un papel muy importante.

“No hay una solución solamente: no es sólo hidrógeno o SAF, son todas las operaciones que se tienen que poner en marcha para lograr la descarbonización” comentó.

En el mismo sentido, Karen Farías, directora ambiental, social y de gobernanza de Aeroméxico, dijo que en la aerolínea son conscientes de la falta de SAF y han optado por la renovación de su flota para lograr sus objetivos ambientales.



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Escribe de turismo para Periódico Viaje y El Financiero, parte del programa Imágenes del Turismo de Imagen Radio. Amante de los viajes.

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