Despunta México en la industria aeroespacial

 
Nallely Campos
hrs.

La industria aeroespacial es uno de los sectores de la economía de nuestro país que más ha crecido en los últimos 6 años, siendo el estado de Chihuahua uno de los más sobresalientes.



De acuerdo con la Secretaría de Economía, tan sólo el año pasado México realizó exportaciones en la industria aeroespacial por seis mil 366 millones de dólares, lo que se traduce en un crecimiento del 17% en promedio anual y se estima que para el 2020 alcancen los 12 mil millones de dólares.

Además, las importaciones alcanzaron un monto de cinco mil 416 millones de dólares, manteniendo una balanza comercial positiva durante 2014.

Hasta el momento se han contabilizado 302 empresas y entidades de apoyo aeroespaciales, las cuales, en su mayoría cuentan con certificaciones de la National Aerospace and Defense Contractors Accreditation Program (NADCAP), administrado por el Performance Review Institute (PRI), cuyas oficinas centrales se encuentran en Pittsburgh, Pensilvania, Estados Unidos.

Estas empresas se encuentran localizadas en cinco estados de la República y generan alrededor de 45 mil empleos directos de alto nivel. El 80 por ciento de ellas se dedican a la manufactura, mientras que 20 por ciento realiza trabajos de diseño, ingeniería, mantenimiento y reparación.

De acuerdo con una publicación lanzada por FDI Intelligence, de 2009 a 2015, se han registrado alrededor de 60 proyectos en 38 empresas relacionadas con la industria aeroespacial, lo que ha dado como resultado que nuestro país ocupe el tercer a nivel mundial en inversión extranjera directa.

Dichas cifras han generado el interés de empresarios argentinos, franceses y brasileños, quienes buscan aliarse a través de empresas como la Fábrica de Aviones Argentina, Embraer (Brasil) y Airbus (Francia), a través de la incorporación de pymes mexicanas.

Todas ellas han realizado reuniones con directivos del Clúster Aeroespacial Chihuahua, así como representantes del Consejo de Promoción Económica de Sonora y del Centro de Ingeniería y Desarrollo Industrial de Conacyt, la Universidad Aeronáutica en Querétaro, el Parque Aeroespacial Querétaro y las plantas de las empresas Bombardier y Safran.

Lo anterior se debe a que México es 13.3 por ciento más competitivo en costos, en comparación con su país vecino: Estados Unidos, según datos arrojados en un estudio de la empresa KPMG.

**Chihuahua**

Entre los destinos con mayor crecimiento destaca Chihuahua, estado que además se ha visto beneficiado en distintos nichos económicos de entre los que destaca el turismo, ya que desde la industria hotelera hasta la restaurantera y de servicios turísticos con incrementos de dos cifras.

El estado cuenta con 29 empresas de manufactura, 37 proveedores certificados bajo los estándares internacionales de la industria y cinco ensambladoras de equipos originales, mismas que realizan actividades de diseño, ingeniería, y fabricación de motores, sistemas de cableado eléctrico, interiores y asientos.

“Hemos recibido turistas de negocios que vienen al estado gracias a la industria aeroespacial, a fines turísticos hemos registrado cifras de crecimiento de hasta el 34 por ciento en número de visitantes y de 14 por ciento en derrama económica en el periodo de enero a julio de 2015”, señaló en entrevista Rogelio Gray, director del Fideicomiso ¡Ah Chihuahua!

Incluso, empresas como InterContinental Hotels Goup (IHG), ha abierto nuevos hoteles Staybridge Suites tras una inversión de 11 millones de dólares.

Gray agregó que el estado de Chihuahua cuenta además con una cartera de inversiones por más de 500 millones de dólares en proyectos de aviación, 100 de los cuales se terminarán de establecer durante este mes.

**Manufactura**

En la actualidad, el concepto clave en el diseño y fabricación de aviones es la reducción de peso, esto se logra gracias al aluminio y a los materiales que componen su estructura interna como la fibra de carbono, que hacen posible aumentar el tamaño de los aviones sin comprometer su peso.

La unión de las piezas se hace a través de remaches, para una aeronave comercial de 140 asientos como los modelos Boeing 737 y Airbus A320, se utilizan dos millones de remaches cada uno puesto a mano.

“Esto es parte de lo que la gente que está trabajando en la industria aeroespacial deben comprender, cuando las aeronaves son presurizadas, se expanden 5 centímetros, dos pulgadas, la aeronave es extraordinariamente flexible, como una palmera que está en una tormenta”, señaló en entrevista el ingeniero Ramiro Cedillo, especialista en la industria aeroespacial del Instituto de Apoyo al Desarrollo Tecnológico INADET, Chihuahua.

Es por eso que lo que separa a los viajeros de 900 kilómetros por hora a la intemperie y 55 grados bajo cero es sólo un milímetro y medio de aluminio, cuya capacidad estructural es similar al acero y no se puede soldar.

“Si sueldas una unión de aluminio sube su temple, su dureza, eso hace que cuando esta estructura se expanda, se rompa, es por eso que usamos remaches. La estructura de la aeronave es completamente flexible, cuando aterriza si hace ruidos es porque literalmente se torció un poco la aeronave para amortiguar el aterrizaje, es normal, si no fuese así se rompería y causaría un accidente grave”, dijo.

Un avión está certificado para 60 mil horas de vuelo y cuarenta años de vida útil, aunque hay que tomar en cuenta que un año tiene 10 mil horas. Esto se puede lograr gracias a la cubierta de cromato de zinc que es un anticorrosivo, ya que al juntar dos metales que no son iguales empieza a haber un intercambio de electrones, dando como resultado corrosión Galvánica.

“Los problemas que tenemos en las aeronaves son de corrosión, si son aeronaves que estuvieron a nivel del mar donde tenemos un cien por ciento de humedad y salinidad, esos 40 años se reducen a la mitad”, señaló. En los aviones más viejos los desechos eran expulsados del avión y con el medio ambiente se congelaban de manera inmediata, este fenómeno (que aún ocurre si hay un escape en los tanques) se conoce como blue ice.

Cedillo agregó que las aeronaves están hechas para que uno de cada 5 remaches pueda fallar. Cada uno de estos tiene un costo competitivo de la industria que va desde los 7 pesos y hasta 15 dólares, son permanentes y están certificados para 40 años.

“Es importante que sepan que el mundo de la aeronáutica evoluciona constantemente y el costo que pagamos por un boleto muy probablemente está subsidiado por el gobierno federal, por el costo del combustible y la manutención de las aeronaves. Además, el costo para una aeronave de turbina es de 1 millón de dólares por cada asiento”.



hrs.

Periodista especializada en turismo

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