La explicación que Vince García, nuevo director general de Despegar.com le encuentra a la mayoría de los cambios que han ocurrido recientemente en las OTAs mexicanas, como se le conoce en inglés a las agencias de viajes por internet, es la coincidencia con el inicio del año.
Rodrigo Cobo, por ejemplo, cerró bien su ciclo con Travelocity y Martín Molinari aprovechó la oportunidad para dejar Despegar México y regresarse a su natal Argentina como director del negocio non air, el que tiene que ver con reservas de autos, cruceros y venta de seguros.
Mientras García no sólo está seguro de que Despegar mantendrá el liderazgo como agencia de reservaciones latinoamericana en el país, seguida por la mexicana BestDay, sino que además espera crecer por arriba del mercado de los viajes, que en principio lo hará en 7%.
La estrategia del ejecutivo será blindarse frente a la competencia, a través de fortalecer sus relaciones con las principales aerolíneas y bancos e invertir más en infraestructura y en las condiciones labores de sus empleados.
Por ejemplo, Despegar tiene oportunidades para acortar la expedición de facturas, acceder a mejores ofertas o para implementar mejoras en sus sistemas crediticios en línea.
Si hubiera que resumir todo esto en una frase, seguramente sería: “Mejorar los precios con facilidades de pago”.
Se trata de un negocio de volumen, pues los márgenes para la agencia son muy pequeños y entonces hay que conseguir un número creciente de viajeros que opten por ésta y no por la competencia.
México es un país interesante, pues su clase media se está expandiendo, la cobertura de internet también y además registra un rezago en el porcentaje de personas que compran sus viajes por internet respecto a otros de la región como Brasil.
Esto no significa que el mercado sea un bocado listo para devorarlo, con una lectura similar a la que se plantea en el párrafo anterior la brasileña Viajanet, por ejemplo, abrió aquí con la idea de que ganaría mucho dinero y al final se retiró con las manos vacías.
Despegar también tiene oportunidades a través de las llamadas relaciones business to business (b2b), pues en la medida en que logre vender más a través de una relación directa con los proveedores de servicios e involucre menos a las globalizadoras, también ganará más dinero.
Su propósito en el mediano plazo es que al menos la mitad de sus operaciones con el consumidor no involucren a las globalizadoras, lo que además le marca el reto de hacer muchas afiliaciones directas.
Así es que García llega con experiencia y entusiasmo a comandar una empresa con un modelo de negocio que explica en buena medida el futuro de las agencias de viajes.
