Antes se creía que los mochileros eran personas que no tenían dinero para viajar, y que, si lo llegaban a hacer, era de la forma más económica o trabajando por periodos cortos durante su travesía para poder mantenerse en donde estuvieran.
Lo que es un hecho es que estos trotamundos están revolucionando la forma de viajar, y no solo entre los jóvenes, sino también entre adultos y familias.
Es importante saber que el mochilero busca viajar ligero de mente y no tanto por el equipaje que porta, aunque la mochila sí es indispensable para poder moverse con facilidad.
Esos viajeros valoran más las experiencias que las cosas materiales, por lo que un viaje será más enriquecedor para ellos. Buscan hostales, por ejemplo, no por lo barato, sino por el ambiente o las personas que pueden llegar a conocer en ese tipo de hospedaje. Inclusive, hay parejas que cuando viajan se alojan en esos lugares para conocer otras parejas y salir juntos por la noche.
Este perfil está caracterizado por viajar de forma independiente de los tours y agencias de viaje. Generalmente, el viaje de un mochilero es de duración prolongada; puede ser de varias semanas, varios meses o varios años. Antes visitaban un destino sin saber cuándo regresarían o cuánto tiempo iban a permanecer fuera; ahora, compran su boleto de ida y regreso. Pero eso sí, no tienen una estructura de los sitios que visitarán o un itinerario fijo; van viendo dónde se hospedan, prueban comida local o recorren lugares que nadie más conoce.
Una característica fundamental es que no tienen apegos al viajar. Si no traen la mejor vestimenta, sus mejores pares de zapatos o su libro favorito, les es indiferente, pues no necesitan muchas cosas para pasarla bien; por eso su maleta es pequeña (además de por comodidad).
El mochilero se define más por la actitud de viaje que por el estilo. La principal peculiaridad de ese segmento de turismo seguirá siendo el papel de la decisión y de la voluntad propia; ellos tienen la última palabra, eligen qué harán o a dónde irán a último momento.
Son los primeros en descubrir nuevos destinos, se benefician culturalmente de sus viajes y contribuyen a los lugares que visitan, además de que utilizan la experiencia que viven como forma de aprendizaje y para ponerse en contacto con otras culturas.
Los millennials han incorporado los viajes como parte fundamental de su estilo de vida, por lo que, en su mayoría, los mochileros pertenecen a este segmento, aunque no deja de haber mochileros de todas las edades, sobre todo adultos retirados. Según previsiones de la Organización Mundial del Turismo, la OMT, hacia el año 2020 habrá cerca de 300 millones de viajes internacionales realizados por menores de 30 años, lo cual implicaría grandes transformaciones turísticas puesto que llegarán al mercado con una experiencia turística previa, basada en el hábito de viajar, con un efecto de nomadismo contemporáneo al cambiar constantemente de un país a otro.