La aerolínea Turkish Airlines (TA) anunció que ya no venderá boletos a México a los ciudadanos rusos, en lo que es un paso más de una escalada de discriminación hacia los ciudadanos de ese país en guerra con Ucrania.
Extraoficialmente la razón de ellos son las presiones crecientes a Turquía y México del gobierno de Estados Unidos, que ha detectado un número creciente de rusos están entrando ilegalmente a su país a través del territorio mexicano.
Mientras cada semana decenas de rusos se están quejando formalmente en la embajada de México en Turquía, cuyo titular es José Luis Martínez, reclamando una indemnización por la compra de los boletos y por las reservaciones de hotel.
La razón es que antes de adquirirlos obtuvieron la visa mexicana y consideran violatorios de sus derechos que luego de contar con una visa mexicana para entrar al país, una aerolínea y una empresa de seguridad privada les impida viajar.
Esta situación inició hace más de dos meses, cuando TA contrató a la firma turca Gözen Security (GS) y ésta comenzó a decidir quienes podían o no abordar el vuelo con 11 frecuencias semanales que tiene esa aerolínea entre Estambul-Cancún y la Ciudad de México.
Aunque GS no explica sus decisiones, que afectan también a ciudadanos de otros países como la India, touroperadores y agentes de viajes han identificado argumentos como la apariencia de los turistas, el que pretendan viajar sin equipaje o que no tuvieran antecedentes de visitas previas fuera de Rusia.
Según la Asociación Rusa de Operadores Turísticos (AROT), GS también ha impedido que ciudadanos rusos viajen a otras ciudades latinoamericanas como Bogotá y San Pablo.
Mientras decenas de rusos se están quejado de esta situación en la embajada de México en Turquía, argumentando que han hecho un complejo trámite para obtener la visa que después no es reconocida en este país miembro de la Unión Europea.
Ante esta situación que ha ido creciendo, pues ya hay más de 50 quejas recibidas en la embajada, las autoridades diplomáticas mexicanas han informado de esta situación a la Secretaría de Relaciones Exteriores, cuya titular es Alicia Bárcena, y hasta ahora siguen sin obtener respuesta.
La semana pasada Miguel Torruco, el secretario de Turismo, estuvo de visita en Estambul y cuando las autoridades de la embajada le expusieron el problema, simplemente dijo que lo desconocía y que no podía decir nada al respecto.
Mientras el gobierno turco ha actuado de forma coincidente, pues ha evitado dar una explicación formal al gobierno de Rusia argumentando que es una decisión que han tomado la aerolínea con el apoyo de Gözen Security.
La respuesta probablemente la tiene AROT, pues esta asociación rusa comunicó a sus representados que Andrey Zemsku, portavoz de prensa de la Embajada Rusa en México, reconoció que ha crecido el problema de la entrada de inmigrantes ilegales a Estados Unidos a través del territorio mexicano.
Por su parte Dmitr Peskov, portavoz del Kremlin, consideró inaceptable la decisión de Turkish Airlines que discrimina a los ciudadanos rusos.
Según AROT esta decisión puede reducir entre 30 y 40% la llegada de rusos a México, cifra que ascendió a 11 mil 175 ciudadanos de ese país entre enero y marzo de este año, según la Unidad de Política Migratoria.
Interrogado en relación a las consecuencias que podría tener para la viabilidad económica del vuelo de Turkish entre Estambul y Cancún-CDMX, Ercan Yilmaz, propietario de Megatravel, la operadora más grande de Turquía en México, dijo a este espacio que no sería relevante.
Actualmente nos hacen falta asientos para mexicanos que quieren viajar a Turquía y si aumenta la disponibilidad, esto incluso nos favorecerá pues nos permitirá negociar más lugares y seguramente a un mejor precio, argumentó.
