Tesoros escondidos en la Riviera Maya

 
Nallely Campos
hrs.

Los mayas creían que al término de la vida no se desaparecía de la faz de la Tierra, sino que el espíritu de cada uno descendía a una región de sombras llamada Xibalbá o inframundo, ubicado en las entrañas de la tierra.

El lugar era habitado por los Nueve Señores de la Noche o Bolón-ti-Ku, quienes gobernaban el sitio, y en vida, la forma más cercana para estar en contacto con ellos, era por medio de las cavernas, ríos subterráneos y cenotes; que según pensaban, pertenecían a ese mundo.



Por ello, cada vez que se hacía una visita a esos cuerpos de agua, mejor conocidos como el ombligo de la Madre Tierra, las personas renacían purificadas. Ahora, esta tradición continúa en diversas zonas de Quintana Roo, y es que el destino cuenta una de las reservas de agua dulce más importantes de México con más de siete mil 500 cenotes ubicados en la zona y la red de ríos subterráneos más extensa del mundo.

Entre tres ríos

En la selva maya se ubica un parque natural que resguarda tres ríos los cuales desembocan en el mar caribeño, manglares y alrededor de diez cenotes rodeados de naturaleza. Un destino ecoturístico adecuado para los amantes de la naturaleza. Y es que Hacienda Tres Ríos además de ser un resort todo incluido, ofrece a sus huéspedes diversas actividades para vivir una experiencia de aventura.

Alguna vez hemos visto a policías en las plazas comerciales transitar en vehículos eléctricos de dos ruedas con auto-equilibrio, mejor conocidos como Segway, quienes custodian la seguridad de sus visitantes. Y a veces se piensa lo cómodo que es recorrer sitios sin tener que caminar, con solo apretar el acelerador de ese medio de transporte.

Pero quien iba a imaginar que esto es posible hacerlo en medio de la selva, en un recorrido por un camino sinuoso repleto de manglares y ríos. Y es que el tour en Segway por Hacienda Tres Ríos permite conocer un poco más acerca de la flora y fauna que resguarda el ecosistema de la zona, de una forma práctica a casi 20 kilómetros por hora.

Según el guía, Tres Ríos trabaja en la reforestación de plantas originarias de la región y ofrece un hogar a alrededor de 90 especies de animales. Durante el trayecto, es común observar diversos tipos de aves y reptiles, así como algunas especies como el coatí, nativos de la región. Asimismo, el guía muestra a los pilotos los tres ríos; el Río Selva, Río Pájaros, y el Río Las Garzas que conforman al parque natural.

Al concluir la visita por el recinto, se realiza una parada en uno de los cenotes que dan origen a uno de los ríos, para comenzar la travesía de esnórquel. No es necesario saber nadar, ya que los visitantes son equipados con chalecos para flotar durante todo el recorrido, y para quienes prefieren no mojarse, también es posible realizar el recorrido en kayak y observar los manglares que nacen en la zona, al igual que una gran biodiversidad de especies.

El río, lleva a los nadadores con la corriente y deja ver en su interior diversas cavernas subacuaticas, raíces de los manglares, algas y corales, así como una gran variedad de peces de agua dulce y salada, ya que el río fluye hasta desembocar con el Mar Caribe. Llama la atención el cambio del color del agua y la transformación del ecosistema al acercarse a la playa.



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Periodista especializada en turismo

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