Inició la temporada de los chiles en nogada, pero el destino ofrece todo el año una amplia gama de opciones culinarias.
Los chiles en nogada en Puebla, es un platillo que se considera el emperador de la cocina tradicional poblana; sin embargo, a lo largo del año el destino ofrece otros platillos de estación que se suman a la oferta culinaria; sin dejar de mencionar, el auge que vive la cocina internacional.
En muchas ocasiones, los turistas que llegan a Puebla se interesan en realizar actividades para disfrutar de un fin de semana, así que pueden relajarse en un paseo por la ciudad y visitar algún museo, también se interesan por probar las delicias gastronómicas que tiene Puebla.
Héctor Fernández de Lara, director del Sueño Hotel y Spa de Puebla, comentó en entrevista, que si bien predominan los restaurantes de cocina mexicana, también existen opciones para degustar comida internacional debido a la presencia de las comunidades extranjeras que habitan en la entidad.
Es el caso de Chipilo, sitio que se localiza al sur de la ciudad de Puebla, en el cual vive una comunidad de italianos. Lara dijo, que los visitantes también encontrarán excelente comida italiana, pastas, salsas, quesos y helados.
La armadora de automóviles que se ubica en Puebla trajo a una comunidad alemana, así que también se tiene la oferta de comida del país nórdico; asimismo, se tienen restaurantes de comida española y libanesa, que surgieron a partir de los extranjeros que llegaron a la capital del estado.
“Puebla es un epicentro gastronómico con excelentes restaurantes de comida mexicana e internacional, siempre defendiendo su gastronomía local”, señaló el directivo.
Una tradición en cada estación del año
Dependiendo la época del año, Puebla pone sobre la mesa platillos estacionales y opciones culinarias propias de la región.
Los escamoles o azcamolli como se dice en náhuatl, llegan durante los primeros meses del año, ya sea en taco, una salsa o quesadilla, el visitante podrá degustar de ese platillo de origen prehispánico, que además es muy nutritivo. Se trata del huevo de las hormigas, el cual se cultiva en las zonas rurales aledañas a la ciudad.
Para celebrar las fiestas de mayo, la molienda y los metates se pone en marcha para preparar uno de los platillos icónicos, el mole poblano. Aunque se encuentra en el destino todo el año, la mejor fecha es degustarlo el cinco de mayo, mientras se festeja la Batalla de Puebla.
En estos días la “La Ciudad de los Ángeles”, como también se le conoce al destino, se atavía de colores patrios y enaltece la cocina mestiza a través del chile en nogada, platillo que nació en la época colonial y que continúa ganando terreno en pleno siglo XXI. La temporada inició a mediados de julio y termina en septiembre.
Es un platillo que se puede saborear todo el año, sin embargo, los puristas dirán que los auténticos chiles en nogada son los que se sirven durante la temporada, es cuando la tierra da los ingredientes necesarios para su elaboración; además, van capeados y no encuerados como los que suelen encontrarse en la Ciudad de México.
Por el mes de octubre llega otro platillo que ha cobrado fama en los últimos años, el mole de caderas de chivo, el cual tiene su origen en la región de Tehuacán. Y la buena noticia es que todo el año Puebla ofrece antojitos poblanos desde chalupas hasta cemitas poblanas.
“Antes se comía bien sólo en la casa de los poblanos debido a que se ponían en práctica recetas legendarias y familiares que no salían de esos espacios, pero en los últimos años se han inaugurado varios corredores gastronómicos dentro del centro histórico y a lo largo de la ciudad, que se enfocan a rescatar la cocina tradicional ya sea de temporada o los platillos que se encuentran todo el año”, concluyó Fernández de Lara.