Las Haciendas de San Luis Potosí

 
Isabel Gordoa
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Entre matorrales, cactus y nopales, que comprenden el desierto Potosino, así como ríos, lagunas y manantiales ocultos entre dicha vegetación, circundan antiguas haciendas, algunas de ellas preservadas, otras abandonadas o en ruinas con su casco como única evidencia y ciertas modificadas en pequeños pueblitos.



Mismas que datan de entre el siglo XIV y XV, la mayoría con historias de la conquista española, antiguamente territorio de los de Huachichiles, Otomíes, Pames y Tlaxcaltecas. Una travesía rural que parte de la Ciudad de San Luis Potosí hacia la zona centro del estado rumbo al Altiplano, experiencia que cualquier turista puede ser testigo.

El recorrido inicia en Santa María del Río hacia el hotel Lourdes que conforma la Ex Hacienda La Labor del Río, dónde es posible nadar en aguas termales mineralizadas; hacia el noroeste en el municipio de Villa Hidalgo se encuentra la Hacienda Peotillos que revive la historia de sus antiguos residentes; el centro cultural Ojo de Agua en Moctezuma ubicado en el altiplano norte del estado, característico por sus 10 hectáreas de bosques y su manantial, así como por sus locales con alimentos tradicionales de la región como el asado de boda y rata de campo; y el trayecto finaliza en la localidad de Rio Verde dónde se ubica la Casona Rural la Ceiba, parte de la hacienda Ex Angostura.

#Hotel Lourdes

En Santa María del Río, a 65 kilómetros de la capital hacia el centro sur del estado, se localiza el hotel Lourdes, en la Ex Hacienda La Labor del Río. Lugar característico por el nacimiento de los manantiales con propiedades terapéuticas y por su embotelladora de agua mineralizada Lourdes. Dentro del hotel, es posible visitar el río Santa María, contiguo al manantial del agua mineral en dónde ahora se encuentra el “Cerrito de la Virgen”, también conocida como la Virgen de Lourdes, que según cuenta la historia hizo aparición en el sitio durante el siglo XIII.

La experiencia inicia en una visita por la planta para observar el procedimiento del agua mineral y su envase. Primero, se visito la fuente de agua milagrosa, uno de los sitios del establecimiento donde brota el agua. Allí, un guía describe sus propiedades, así como sus efectos, comenta que el silicio que tiene el agua mineral de Santa María del Río, tiene atributos para la belleza.

Después, el guía lleva a sus espectadores hacia el manantial dónde se extrae el agua, comenta que esta se encuentra a 300 metros de profundidad y sale a una temperatura de 28 grados centígrados, por lo que es necesario bajar la temperatura a tres grados. Asimismo explica que al agua se le agrega gas carbónico para configurarla en agua mineral y que esta misma pasa por un filtro durante ocho horas, para limpiar sus impurezas.

Continuando el recorrido se llega hasta las calderas, dónde se esterilizan los embases renovables con sosa caustica. Dijo que la producción de embases es de alrededor de 70 mil piezas cada ocho horas, el 80 por ciento son no retornables y un 20 por ciento retornables.

El trayecto continúa hacia la fábrica, allí el guía explicó que la mayoría de los procesos son manuales, para ofrecer mayor empleo a los habitantes del municipio. Alrededor de 80 personas trabajan en la línea de producción, almacenamiento y distribución.

Después de observar cómo se realiza el agua mineral, el recorrido sigue hacia las tinas privadas de hidromasaje, dónde durante 20 minutos es posible disfrutar de un baño corporal con agua caliente y mineralizada, la cual tienen propiedades curativas como la cicatrización, el estrés, artritis y relajación, entre otras.

Al finalizar los baños termales, no hay que perderse la visita por el municipio Santa María, famoso por ser la cuna del rebozo, así como sitios de interés como el Manantial de Ojo Caliente, Exhacienda de Villela, Exhacienda de Santo Domingo, Exhacienda El Fuerte, Santuario de Torrecitas y los parajes serranos en la Sierra de Álvarez, algunos parte del Parque Nacional “El Potosí”, que comparte con el municipio de Rio Verde.

#Ex Hacienda de Peotillos

Ubicada a 55 kilómetros de la Ciudad de San Luis Potosí, hacia el Noreste, en el municipio de Villa Hidalgo. Peotillos, nombrada así por sus tierras de pellote, una de las más importantes del estado, tanto por su economía, como por su extensión territorial, pues llegó a tener 197 mil hectáreas cuando estaba en posesión de la orden Carmelitas descalzas en el siglo XVIII, orden religiosa bajo la cual se dieron los trabajos de construcción de la hacienda.

Asimismo, Peotillos iba a ser regalo de Pablo Ibarra para Maximiliano y Carlota, como su casa de campo, pero nunca visitaron la propiedad. Además, dos ilustres visitantes estuvieron en la hacienda, uno de ellos el insurgente Francisco Javier Mina quien libró una batalla en los alrededores de la hacienda el 17 de Junio de 1917, derrotando al realista Armiñán. El otro, el mariscal francés Bazaine, quien estableció su cuartel general en 1866, en plena Intervención Francesa. Tiempo después, perteneció a las familias Del Villar Kretchmar, García Muriel y Muriel García.

El trayecto por Peotillos inicia en La Casa Grande, dónde se encuentra una gran puerta de madera por la cual es posible ingresar y adentrarse a observar más de estas puertas que llevan hacia alguna de las 20 habitaciones, que todavía se conservan en buen estado.

Además, dentro se encuentran cuatro amplios corredores, paredes coloridas con pinturas al fresco de dónde cuelgan candelabros muy antiguos y un patio central repleto de jardines y flores, con una fuente en el centro.

En un segundo piso sobresale un torreón con un mirador que permite observar todo el valle que le circunda. También, es posible apreciar lo que fueron las casas de los antiguos frailes carmelitas, ruinas de lo que fue la fábrica de mezcal y algunas trojes, la huerta con abundantes árboles de naranja y azahares, así como su capilla donde los domingos se celebra aún la misa.

#Centro Cultural Ojo De Agua y La Ceiba

El camino sigue hacia el municipio de Moctezuma donde se encuentra el Centro Cultural Ojo de Agua, ubicado en el altiplano norte del estado, antiguamente hogar de los Huachichiles. Es concurrido por sus 10 hectáreas de bosques, naturaleza que brinda a los habitantes de la región y a sus visitantes, un espacio agradable para pasar la tarde, ya sea en un picnic o en alguno de sus locales que ofrecen platillos tradicionales de la región como los nopalitos, barbacoa, asado de boda, rata de campo, carnitas, campechanas y camote cocido con piloncillo.

Además, cuenta con sitios para nadar, ya sea en su arroyo, manantiales o albercas con toboganes. Y es en este lugar donde es posible observar árboles de más de 300 años de antigüedad, con más de 30 metros de altura y con raíces que se extienden por la tierra en un diámetro de más de 10 metros, entre los que destacan lo ahuehuetes, ciprés mexicano, ciprés de Moctezuma o sabinos, los cuales se encuentran a un costado del arrollo que cruza el ojo de agua. También, tiene un área para exposiciones, en este caso se observo el altar y figurillas de la Señora de la Soledad, asimismo de danzas como la de los Matlachines.

La travesía continua hacia el municipio de Rio Verde, dónde se ubica la Casona Rural La Ceiba, parte de la hacienda Ex Angostura. El encanto del sitio lo tienen los lugareños, sus visitantes son atendidos con comida casera y hospedados en alguna de sus habitaciones como si del propio hogar se tratara.

Durante el día, circundan las carretas por la entidad transmitiendo en alta voz algún mensaje del pueblo, el medio de comunicación más efectivo de la zona. Se anuncian noticias nacionales, de promoción, aperturas, sobre fiestas y hasta compromisos. El costo por mención es de 20 pesos.

Además de La Ceiba parten recorridos atractivos hacia Las Trojes, el Acueducto, la Casa Grande, la Alameda de los Peroles, las lumbreras u ojos de agua y la laguna Media Luna, así como a la localidad de la Pastora dónde su encuentra la Primera Cofradía de Franciscanos de hace más de 300 años, con su iglesia Divina Pastora.



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