Joaquín Debouis afirmó que, con una derrama aproximada de 533 millones de dólares en el último año, “en cuestión de cruceros, Cozumel sigue siendo el destino número uno del mundo como puerto-destino o de embarque”.
Junto con La Habana, es el único puerto de la zona del Caribe Occidental con esas características, dijo.
Sin embargo, destacó la importancia de posicionar a Cozumel en el mercado europeo como principal puerto de embarque de pasajeros, atrayendo a empresas como la Mediterranean Shipping Company (MSC), que trae charters directos de los países mediterráneos, sobre todo de Italia. Y de forma particular en España, ya que es el segundo destino que más turistas manda a México después de Inglaterra.
Esto aunado a la necesidad de construir una nueva terminal de cruceros, así como mejorar el puerto ya existente, con el fin de detonar el crecimiento en el número de visitantes y la afluencia hotelera. “Si Cozumel no aumenta su infraestructura portuaria va a hacer que disminuya el crecimiento de cruceros en toda la región”, indicó.
A lo largo de 2018, y en coordinación con la MSC, las autoridades locales realizaron encuestas una vez al mes con el fin de monitorear el flujo de turistas que una vez por semana embarcaron en el crucero de esta compañía.
La cadena europea maneja un límite de 500 pasajeros por cada embarcación que arriba a Cozumel, esto “debido a la falta de infraestructura”, señaló Joaquín Debouis y agregó que aproximadamente 35% de los encuestados hicieron pernocta en la isla. Estimó que un sólo navío embarcó 21 mil pasajeros el año pasado.
Según el edil, cada 45 días hay un crucero nuevo navegando los océanos del mundo, lo que indica que en los próximos 10 años la industria de los cruceros tendrá un crecimiento exponencial.
