Museos, monumentos, iglesias y rascacielos, así como leyendas y secretos de la Ciudad de México conforman un recorrido por su Centro Histórico a bordo de un segway o ninebot.
Se trata de un medio de transporte eléctrico, de dos ruedas y personal, el cual no daña al medio ambiente, ya que no cuenta con combustión interna y funciona a través de sensores de peso para avanzar con una velocidad máxima de alrededor de 20 kilómetros por hora.
Antes de iniciar el trayecto los participantes tienen que equiparse con un casco y un chaleco de color fluorescente como medida de seguridad.
Después, se realiza una capacitación de diez minutos para aprender a utilizarlo bajo las reglas básicas.
Trayecto histórico
La experiencia inicia en el punto de reunión de CityGo, en el Monumento a la Revolución donde se hace un recorrido y se narra la historia del lugar.
El siguiente punto es por Paseo de la Reforma, antes llamado el Paseo de la Emperatriz. La travesía en dos ruedas sigue hasta la Avenida Juárez donde se localiza la escultura denominada: El Caballito, antes era el que marcaba el inicio o fin de la Ciudad de México.
A un lado está el edificio El Moro, que combina el art deco con la cultura mexicana, y es que su fachada representa la figura de un penacho, considerado uno de los primeros rascacielos de la urbe. Allí, se localizan las oficinas de la Lotería Nacional.
El recorrido continúa hacia la Alameda Central, uno de los primeros parques privados de la ciudad construido por orden del virrey Don Luis Velazco. Tiempo después, Benito Juárez decidió abrirlo al público en general. Y ahora, cuenta con iluminación y WiFi gratis.
También se visita la Iglesia de la Santa Veracruz y el Hemiciclo a Juárez. El recorrido continúa hacia la Avenida Juárez, donde se aprecia el Ex Templo de Corpus Christi.
La última parada es en El Palacio de Bellas Artes, desde allí se pueden observar la Torre Latinoamericana y el Edificio Nacional.
El recorrido finaliza con el regreso al Monumento a la Revolución desde puede observar una réplica del mural de Diego Rivera: “Sueños de una tarde dominical en la Alameda Central”.
Existe una segunda opción de recorrido, es más extenso, dura dos horas y llega hasta el zócalo del Centro Histórico de la Ciudad de México.