Cicloturismo en verano

 
Corina Tlali Ortega
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Un viaje ecológico por la Ciudad de México tiene como itinerario pasear por lugares históricos, siendo posible adentrarse en espacios naturales que además de ofrecer oxígeno, brindan cultura y relajación.



Aquel artefacto con ruedas que viera la luz del mundo por allá del año 1800, si no es que antes con los egipcios, hoy es un medio de transporte sano, sostenible y barato que cada día gana más adeptos al ser un estilo de vida, una opción deportiva y una alternativa más para viajar y experimentar la libertad sobre dos ruedas.

La Ciudad de México cuenta con 128 kilómetros de ciclovías y carriles compartidos, además se cuenta con el sistema de préstamo Ecobici, el cual cuenta con seis mil 500 bicicletas, 444 cicloestaciones repartidas en 42 colonias y un registro de 150 mil usuarios.

Ciclismo urbano

El Paseo Dominical invita a transitar por la ciudad libremente de 8 a 14 horas y recorrer  lugares como Paseo de la Reforma, Monumento a la Revolución, Centro Histórico, la colonia Condesa, avenida Patriotismo, División del Norte, Eje 7 Sur o Calzada de Guadalupe. El uso de esos espacios es exclusivo para peatones, corredores, patinadores, ciclistas y motociclistas.

Cicloturismo sin salir de la ciudad

Ciudad Universitaria: Se recomienda ir en fines de semana, ya que el campus se encuentra libre de estudiantes y se puede pasear con libertad. El recorrido cuenta con más de seis kilómetros de ciclopistas a través de la cuales se observan áreas verdes extensas y construcciones como el Estadio Olímpico, la Biblioteca Central; así como todo el conjunto de facultades y auditorios; puedes ir con tu mascota o complementar el itinerario con una visita al MUAC, un concierto u obra teatral en el Centro Cultural Universitario.

Deportivo Ecológico Cuemanco-Xochimilco: Es un pulmón más de la ciudad que tiene 3.5 kilómetros de ciclopista, así que se puede andar en bici o rentar una por 30 pesos. Además, las instalaciones cuentan con campos de fútbol; canchas de baloncesto, voleibol y tenis; hay una pista de patinaje, ciclopista, área de juegos infantiles, ocho humedales y un lago principal. No se permiten mascotas.

Pedalear bajo la lluvia no es sinónimo de desastre, ya que existen aditamentos para hacer más placentero el recorrido y llegar seco a tu destino. Aunque en la Ciudad de México existen ciclovías seguras, en temporada de lluvias ve a baja velocidad y si es posible usa pedales de contacto; evita las manchas arcoíris ya que al tratarse de aceite derramado puede ocasionar derrapes. Si en la ruta encuentras un charco de agua, sal del camino, pues no se sabe que hay dentro de esos encharcamientos y será mejor evitar sorpresas o contratiempos.



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Periodista

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