Durante una reunión llevada a cabo en el restaurante Miralto, ubicado en el piso 41 de la Torre Latinoamericana, Miguel Torruco Marqués, secretario de turismo de la Ciudad de México, recordó el 57 aniversario de este edificio construido como símbolo de solidez y de fuerza.
“Desde aquel entonces se convirtió en un ícono de la Ciudad de México, que ha soportado diversos movimientos telúricos, como el de 1957 y el de 1985, y que ha logrado sobreponerse a crisis de todo tipo” señaló Miguel Torruco
Agregó que este rascacielos es una particular muestra de la capacidad de la ingeniería y arquitectura de los mexicanos, cuyo responsable de la obra, el arquitecto Augusto H. Álvarez, tuvo la visión, el coraje y la capacidad de edificar este inmueble, en una zona considerada de alto riesgo, sin embargo, su sistema de cimentación ha obtenido reconocimientos mundiales, al resistir los sismos de 1957 y de 1985, que han dejado profunda huella en la capital del país.
Un detalle currioso, dijo el funcionario, es que el mismo día de la celebración de la Torre Latinoamericana, también se inauguró otro edificio muy alto en Nueva York, el World Trade Center, con 387 metros de altura, la Latino nos sigue dando mucha satisfacción, pues es el primer rascacielos donde se utilizó el vidrio y el aluminio, está equipado con ocho de los elevadores más rápidos del mundo y es el quinto edificio más alto en la ciudad de México y el noveno a nivel nacional.
Por otra parte, señaló que con la finalidad de alcanzar este año una derrama económica de cuatro mil millones de dólares, a través de la llegada de 12 millones y medio de turistas, en el Distrito Federal, la Secretaría de Turismo de la capital del país, continua trabajando en la conformación de paquetes turísticos que sean atractivos para sus visitantes.
A la reunión también asistieron los administradores del edificio Rodrigo y Miguel Amerlinck, así como el presidente de la Asociación de Agencias de Viajes (AMAV) del Distrito Federal, Fidel Ovando.
