Desde fines de enero hasta principios de marzo, Uruguay festeja el carnaval más largo el mundo, fiesta que tiene sus raíces en los aportes de las corrientes inmigratorias, principalmente de españoles y africanos.
En Montevideo se destaca los espectáculos de humoristas, revistas y comparsas que se desarrollan tanto en los tablados barriales, como en el Teatro de Verano donde se celebra el Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas.
Las personas que no logren disfrutar de estos días de celebración pueden visitar durante todo el año el Museo del Carnaval, ubicado en Montevideo. Allí se expone la memoria de esta fiesta, parte del ser histórico nacional.
Se estima que el carnaval uruguayo, en tan solo ocho semanas, vende más entradas en este país que todos los demás espectáculos tanto deportivos como culturales juntos, incluyendo el fútbol, el deporte más popular.
Los antecedentes del Carnaval uruguayo provienen de Europa. Los conquistadores trajeron sus tradiciones, leyendas y festejos cristianos y paganos. En tiempos de la Colonia, los días de Carnaval los negros esclavos montevideanos se cubrían con túnicas coloridas y salían a la calle para ir hasta las murallas de la ciudad, a cuyo pie se les permitía entonar sus cánticos y realizar sus bailes.