¿Y si no hubiera videoconferencias?

Tecno videoconferencia
¿Y si no hubiera videoconferencias?
 
Arturo Velásquez
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SALÓN TIC por Arturo Velásquez



En los últimos meses, nuestra vida ha cambiado rápidamente. Ante la pandemia del Covid-19, dependemos más que nunca de internet para hacer nuestro trabajo, mantenernos informados y tener contacto con familiares y amigos. El uso de herramientas de videoconferencia ha tenido un crecimiento impresionante, demostrado que tienen la capacidad de derribar las barreras geográficas y mantener nuestra capacidad de seguir estudiando, trabajar y socializar en una forma relativamente fluida.

La historia de las videoconferencias es reciente y se ha acelerado en las dos últimas décadas. Según la Enciclopedia Británica, fue en 1870 cuando surgió el concepto de transmitir una imagen junto con audio a través de un cable.

En 1964, AT&T puso en funcionamiento cabinas públicas de videoteléfono, con un servicio denominado Picturephone. Se podía conectar a personas que llamaran de Nueva York, Washington DC, y Chicago con un precio de 27 dólares por tres minutos (255 pesos a valor presente); las tres ubicaciones fracasaron y solamente hicieron 71 llamadas antes de cerrar.

En 1981 Compression Labs lanzó al mercado el primer sistema de videoconferencias para grupos, con un costo inicial de 250 mil dólares y un costo por llamada de mil dólares por hora. El hardware ocupaba una habitación.

Las reuniones virtuales son esenciales en tiempos de Covid-19.

Arturo velásquez

En enero de este año, Eric Yuan, un hombre chino de 50 años, no aparecía en la lista de Bloomberg de las 500 personas más ricas del mundo. En marzo ya estaba en el lugar 184, gracias a su empresa Zoom Video Communications, que incrementó su valor en dos mil millones de dólares.

Las herramientas para videoconferencia que tienen un uso más difundido son Microsoft Teams, Google Meet (antes Hangouts) y Zoom. Hay muchas personas que preguntan cuál es la mejor; no hay respuestas absolutas. Todas tienen diferentes planes, incluyendo algunos gratis, en donde cambia el número de participantes, la duración de las llamadas, la capacidad de grabar o incluso proporcionar transcripciones de la reunión.

Para quienes lo utilizan en una universidad o una empresa, regularmente los departamentos de TI toman la decisión de cuál seleccionar.

Lo realmente importante, es familiarizarse con su uso y mantenerse actualizado, ya que la tecnología nos ha mostrado su utilidad para mitigar, aunque sea un poco, el impacto personal de la crisis sanitaria.



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Colaborador habitual de Periódico Viaje. Maestro en Ciencias, dedicado al desarrollo de software desde hace más de 25 años. Profesor universitario por más de 10 años. Interesado en entender las innovaciones tecnológicas y sus aplicaciones en diversas industrias, incluidas la del turismo.

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