Analistas de Bernstein sugirieron que las aerolíneas europeas deberían cobrar más por los viajes aéreos de corta distancia durante esta década, en respuesta a las medidas de la Unión Europea (UE) destinadas a reducir las emisiones de carbono.
Entre las reformas del sistema de comercio de emisiones (ETS), propuestas por la UE a fines del año pasado, las asignaciones de carbono gratuitas para el sector de la aviación se eliminarán de manera gradual para 2026, en línea con el principio de “quien contamina paga” del bloque.
El ETS solo cubre los viajes dentro de Europa, lo que significa que las aerolíneas de bajo costo y las unidades de presupuesto de los grandes grupos de aerolíneas se encuentran entre las más expuestas a los cambios, dada la alta proporción de sus ingresos que proviene de dichos vuelos, según informa Flightradar.
En la actualidad, alrededor de la mitad de las asignaciones de carbono de las aerolíneas son gratuitas, señala Bernstein, por lo que su eliminación, combinada con el costo del carbono entre 80 y 100 euros (entre 88 y 110 dólares) por tonelada en los últimos meses, frente a 25 euros por tonelada en 2019, tendrá un equilibrio significativo para algunos transportistas.
Bernstein estima que las aerolíneas necesitarán recaudar entre 7-8% adicional de ingresos por pasajero para compensar los costos adicionales, según los datos de 2019, incluso teniendo en cuenta las ganancias de eficiencia de operar aviones más nuevos.
Advirtió que eso podría significar una “destrucción de la demanda”, lo que “reducirá el crecimiento de la capacidad en las aerolíneas menos rentables”.
Las aerolíneas con márgenes más altos en la actualidad están mejor posicionadas para adaptarse a la nueva dinámica de costos, indicaron los analistas, citando a Ryanair como una posición más fuerte que la mayoría en ese sentido.
Dado que los permisos gratuitos se entregaron en función del tráfico de 2010, su finalización podría nivelar el campo de juego entre los operadores centrados en los viajes intraeuropeos; Wizz Air, por ejemplo, se beneficia menos de las asignaciones gratuitas que EasyJet, explica Bernstein, lo que significa que los costos adicionales no se sentirán en el primero.
Por su parte, la UE está esperando hasta 2026 para hacer un llamado sobre si el ETS debe extenderse a todos los vuelos que salen del bloque y no solo a los servicios intraeuropeos; su decisión dependerá de su evaluación del éxito o no del esquema de compensación CORSIA, de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) para la aviación internacional, que se implementará en los próximos años.
Junto con el aumento de los costos del ETS, las aerolíneas también se enfrentan a pagar más por el combustible para aviones, según las propuestas de la UE para poner fin a su exención de impuestos sobre los servicios intraeuropeos.