El distanciamiento social obligará a todos los prestadores de servicios cambiar sus políticas, eso sucederá también con los parques acuáticos y su funcionamiento después de Covid-19.
De acuerdo a los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), no hay evidencia de que Covid-19 pueda transmitirse a los humanos mediante el uso de aguas recreativas.
Sin embargo, es cierto que la infraestructura de los parques acuáticos y su naturaleza harán que las medidas sanitarias sean diferentes que el resto de establecimientos.
Por un lado, aunque el uso de máscaras faciales ofrece protección a quienes las usan, es cierto que su utilización en toboganes y albercas constituye un riesgo amplio.
Al menos en los parques acuáticos que ya abrieron en Estados Unidos, por recomendación del CDC, el uso de mascarilla en toboganes y albercas está prohibido por el riesgo que implica aunque es obligatorio en áreas comunes que no tengan contacto con agua.
Para evitar aglomeraciones, los parques únicamente pueden operar al 25 por ciento de su capacidad. El distanciamiento social es obligatorio en todas las zonas.
Parques acuáticos mexicanos después de Covid-19
Según cifras de la Asociación Mexicana de Parques Acuáticos y Balnearios (AMPABA), en el país el sector recibe a 10 millones de visitantes y genera ingresos por 1,485 millones de pesos. Genera 17 mil empleos directos en sus más de 1,120 parques afiliados. Para recuperar la confianza en sus visitantes, la asociación creó un protocolo de bioseguridad que incluye más de 70 acciones que aseguran el bienestar de los usuarios y tuvo pláticas con la Secretaría de Salud y a la Secretaría de Turismo recibir apoyo.
Una de las medidas que más resalta es que se evitará el manejo de efectivo y en cambio, se usarán plataformas digitales, terminales de venta y tecnología de identificación por radiofrecuencia para hacer transacciones.
En cuanto a la reactivación de las actividades de los parques acuáticos después de Covid-19 Gerardo Gallo, el presidente de AMPABA, declaró que si bien éstos tiene un ventaja en cuanto a opciones recreativas la presencia de turismo local, el miedo y la desinformación son factores en contra.
Al menos este año, la temporada de Semana Santa y verano, las más álgidas en todos los establecimientos de recreación acuática, se perdió. Por lo que Gallo refiere que la recuperación de los afiliados empezará a llegar hasta 2021.