En el corazón de la selva yucateca, los cenotes X’batún y Dzonbacal se presentan como dos joyas naturales alejadas del turismo masivo. Ubicados en el municipio de San Antonio Mulix, a poca distancia de Mérida, estos cuerpos de agua ofrecen un entorno tranquilo y una conexión íntima con la naturaleza, ideales para quienes buscan una experiencia auténtica y relajante.
X’batún: Un paraíso rodeado de vegetación
El cenote X’batún es uno de los más espectaculares de la región, con aguas cristalinas de tonos azul turquesa y rodeado por una espesa vegetación selvática. Su acceso es sencillo, ya que cuenta con una entrada amplia y escalones que facilitan la llegada al agua.
Las raíces de los árboles cuelgan desde la parte superior, creando un escenario místico donde se pueden ver peces nadando entre las sombras y los rayos de sol filtrándose entre las hojas. Este cenote es perfecto para nadar y bucear, pues su profundidad permite explorar formaciones rocosas submarinas y disfrutar de la paz del entorno.
Dzonbacal: Un cenote de aguas tranquilas
A poca distancia de X’batún se encuentra el cenote Dzonbacal, una opción menos explorada pero igualmente encantadora. Este cenote es más amplio y de aguas menos profundas, lo que lo convierte en un lugar ideal para quienes prefieren flotar y relajarse en un ambiente sereno. Sus aguas de color verde esmeralda reflejan la vegetación que lo rodea, y el acceso es sencillo, con una plataforma desde donde los visitantes pueden ingresar sin dificultad.
Una experiencia en contacto con la naturaleza
El camino para llegar a estos cenotes es parte de la aventura. Desde la carretera Mérida–Campeche, se toma una desviación hacia San Antonio Mulix, donde es posible rentar bicicletas para recorrer senderos rodeados de vegetación antes de llegar a los cenotes. Este recorrido en bicicleta permite apreciar la flora y fauna local, con la posibilidad de avistar aves y otras especies nativas de la región.
Un escape del turismo masivo
A diferencia de cenotes más populares como Ik Kil o Suytun, X’batún y Dzonbacal ofrecen una experiencia más privada, con menos visitantes y una sensación de exclusividad en plena naturaleza. Para los viajeros que buscan un respiro lejos del bullicio, estos cenotes son una opción perfecta para disfrutar de la belleza oculta de Yucatán.
