Todos los días de México empiezan en Isla Mujeres, donde sus playas se iluminan con los primeros rayos del sol por ser el punto del país situado más al oriente. Con sus siete kilómetros de largo por 500 metros de ancho y poco más de trece mil habitantes, tranquilamente se puede recorrer en bicicleta, moto o en un carrito de golf, para descubrir sin prisas su sabor insular que la hace un destino muy diferente.
Además, por ser pequeña goza de gran seguridad, sus playas blancas están limpias de sargazo y ostenta el título de Pueblo Mágico, uno de los cuatro que hay en el estado de Quintana Roo.
No obstante, cuenta con una infraestructura de hospedaje que suma 91 hoteles tanto aquí como en la parte continental que también forma parte de su Municipio, mejor conocida como Costa Mujeres. En total, posee doce mil 350 habitaciones, de las cuales dos mil 200 se ubican en la isla. Pronto se añadirán cuatro hoteles más con otros 500 cuartos, en ambas partes de su territorio.
Jesús Almaguer Salazar, presidente de la Asociación de Hoteles de Cancún, Puerto Morelos e Isla Mujeres, explica que la mayoría son hoteles de cadena, muchos de los cuales ofrecen el servicio de Todo Incluido, pero también hay pequeños establecimientos de lujo y otros más asequibles. “Hay para todas las economías”, afirma.
Añade que este sitio es muy popular entre los aficionados al buceo, con atractivos como nadar con el tiburón ballena, su gastronomía y la isla Contoy, “la cual está muy cuidada por las autoridades para que no tenga una sobrecarga de visitantes”, dice.
Por todas estas razones es que la presente temporada de verano ha sido muy buena. “Para finales de agosto registra una ocupación hotelera acumulada de 82 por ciento, impulsada en gran parte por la oferta de hospedaje de Costa Mujeres”, puntualiza Almaguer Salazar.
Los atractivos dentro y fuera del mar
Por su parte, José Castillo Magaña, director general de Desarrollo Económico y Turismo del Ayuntamiento, coincide en que el verano ha sido muy exitoso. Destaca que han tenido semanas que alcanzaron el 90 por ciento de ocupación hotelera y habla del encanto que tiene la ínsula, a la cual los turistas suelen llegar desde Cancún o Puerto Morelos en lanchas particulares, catamarán o transportes acuáticos colectivos.
A los atractivos mencionados por Almaguer Salazar agrega el avistamiento de aves, la práctica de esnórquel, pesca deportiva, el espectáculo natural de ver en mayo al pez vela persiguiendo los cardúmenes para alimentarse, la cruz que se encuentra sumergida desde hace treinta años entre Isla Mujeres y Cancún, cerca del arrecife Manchones, donde a lo largo de sus doce kilómetros se puede admirar el espectáculo de colores submarinos que forman sus corales, la abundante flora y los bancos de peces; el parque El Garrafón y Punta Sur, refugio de tortugas con formidables amaneceres, donde se exhibe un conjunto de esculturas mayas que muestran a la diosa Ixchel como su principal pieza. También presume Playa Norte, “que ha sido galardonada en Trip Advisor y la revista especializada Condé Nast Traveler como una de las 25 mejores del mundo, con atardeceres únicos”.
La gastronomía, otro motivo para visitarla
Como complemento de este paraíso, Isla Mujeres ofrece una gran variedad gastronómica. Aquí el visitante encontrará, entre otros, restaurantes de cocina israelita, libanesa, japonesa, mexicana e isleña, que tiene en el pescado Tikin-Xik –que se prepara a las brasas, bañado con salsa de achiote y naranja agria, envuelto en hoja de plátano– su platillo estrella. “Hay para todos los gustos”, afirma el funcionario. Comer o cenar en Zamá, Lolo Lorena, Casa Rolandi, Xantolo, Samurai o Los Tacos de Humo, son algunas de las buenas opciones que el destino ofrece.
Castillo Magaña abunda en que mención aparte merecen los ceviches que preparan, muy diversos, pero entre los que resaltan el de caracol y el de pez león, cuya carne es fresca, blanca y tan suave que se deshace en el paladar. Inclusive, en agosto, durante la celebración de la fundación de la ciudad, que originalmente se llamó Pueblo de Dolores, se lleva a cabo el Festival del Ceviche.
Este destino cuenta con sesenta restaurantes, de los cuales los más populares se localizan en la calle Hidalgo, un corredor peatonal pleno también de cafés, bares, heladerías y tiendas. “Es el principal punto de reunión de los lugareños y turistas”, comenta Castillo Magaña.
Isla Mujeres es un lugar para relajarse y descansar, por lo que sus noches no son estridentes. Su tranquilidad abarca igualmente la vida nocturna. Los visitantes pueden terminar el día caminando por el centro, que huele a coco y tulipanes, o por la calle Hidalgo para cenar o tomar una copa escuchando en vivo música cubana hasta la una o dos de la mañana, hora en que toda la isla se va a dormir, para al siguiente día levantarse temprano con los primeros rayos de sol que tocarán a México, regalo de la naturaleza que en Isla Mujeres se repite día con día.