Los casos de coronavirus en Europa se encuentran en aumento y países como Francia y Alemania están regresando al confinamiento.
El presidente de Francia Emmanuel Macron ha anunciado un confinamiento en todo el territorio francés a partir de este viernes el cuál se prolongará al menos hasta el 1 de diciembre.
Las salidas a la calle estarán autorizadas con una declaración jurada para ir a trabajar, al médico, a hacer la compra, ayudar a una persona dependiente o dar un paseo breve en las proximidades del domicilio.
Además, serán obligatorias pruebas rápidas de covid-19 “para todas las llegadas” al territorio francés.
En toda Francia se cerrarán bares, restaurantes, museos y otros lugares con atención al público.
En cuanto a los viajes las fronteras dentro de la zona europea permanecerán abiertas, mientras que, “salvo excepción”, las fronteras exteriores permanecerán cerradas.
En “los puertos y aeropuertos” las pruebas rápidas serán obligatorias para todas las llegadas y también para realizar viajes internacionales.Para los viajeros de otros países se mantienen las reglas que se han impuesto desde el pasado marzo y que se pueden revisar aquí.
Las normas del confinamiento serán revaluadas cada “15 días” en función de la “evolución de la epidemia”. “Decretaremos, si es necesario, medidas adicionales y también evaluaremos si podemos aliviar algunas de las restricciones”, ha explicado Macron.
Francia no es el único país europeo que está tomando medidas drásticas para intentar controlar la segunda oleada de coronavirus.
Alemania sin viajeros
La canciller alemana Angela Merkel ha anunciado nuevas medidas restrictivas con el cierre de restaurantes, bares, oferta cultural e instalaciones de ocio durante al menos un mes, aunque las tiendas podrán permanecer abiertas con no más de 10 personas en su interior.
Ante las nuevas medidas de confinamiento que se suman a las medidas de no permitir el alojamiento a los viajeros procedentes de ciudades con mayor número de contagios en el país alemán, se han publicado algunas medidas económicas para compensar a las empresas por las pérdidas que registren en caso de que se apruebe el cierre de actividades en noviembre.
De acuerdo a este plan, las empresas, principalmente del sector de la gastronomía y el turismo, podrían reclamar una compensación por hasta el 75% de los ingresos que generaron el mismo mes del año pasado.
Los fondos provendrían del presupuesto para ayudas transitorias ya existente. De los 25.000 millones de euros previstos, se han utilizado hasta el momento unos 2.000 millones.
