Podrían ganar terreno a las internacionales
Si bien el sector aeronáutico a nivel mundial se ve afectado por la pandemia, las aerolíneas doméstica resisten mejor el impacto de la crisis ante COVID-19.
Tal es el caso de Aeromar, que gracias a su modelo de negocios de aviones más pequeños de cerca de 80 pasajeros y vuelos cortos de no más de tres horas, pueden mitigar un poco el daño causado por la pandemia.
“Al contar con aeronaves más pequeñas que la competencia, tenemos mayores ingresos por vuelo que las grandes aerolíneas que tienen que meter al menos 120 pasajeros para ser costeables, nosotros con 42 personas son más rentables”, dijo en entrevista Antonio Carranco, gerente de Mercadotecnia de Aeromar.
Al ser una línea aérea más doméstica, indicó, tenemos mayor facilidad para reiniciar actividades una vez que la pandemia disminuya y las restricciones comiencen a retirarse, a diferencia de las internacionales que deben esperar a la reapertura de fronteras.
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Por ejemplo, en el caso de la aerolínea TAR que opera en Querétaro, suspendió el 95 por ciento de sus rutas en el país a causa de la contingencia y sus frecuencias son muy pocas.
“La mayoría de las líneas aéreas en el Aeropuerto Intercontinental de Querétaro decidieron suspender sus operaciones porque no hay mercado, no podrían volar vacíos”, confirmó Marco del Petre, secretario de Desarrollo Sustentable estatal (Sedesu).
Mas aerolíneas domésticas
Califia Airlines, que opera en la península de Baja California no ha detenido sus operaciones pese a la pandemia, y aplica políticas por cambios de vuelo aunque con cambios de tarifa.
En caso de que un pasajero solicite un vuelo abierto, contará con tres meses a partir de la solicitud con los cambios de tarifa correspondiente.
En el caso de Mayair, que conecta Cancún, Cozumel, Mérida, Chetumal y Villahermosa, implementó nuevas tarifas en sus diferentes rutas para incentivar a que los turistas vuelen de nuevo.
Su servicio de taxi aéreo por todo el sureste del país, podría ser una opción para lo viajeros con traslados más seguros y breves.
Mientras que Volaris con medidas como reducción de sueldos de todo su personal de hasta 80 por ciento cancelación de gastos extraordinarios y la recepción de solo dos de 18 aviones nuevos, podría ahorrar entre 20 y 25 mdp al mes durante la contingencia.
El tráfico doméstico en el Aeropuerto de Cancún cayó 91.4 por ciento durante el mes de abril lo que se traduce en la pérdida de un millón 280 mil mexicanos, de acuerdo con el reporte de Asur.
Las aerolíneas buscan apoyos por parte de la Cámara Nacional de Aerotransportes (Canaero) para que faciliten aplazamientos de pago y créditos blandos para soportar la crisis a corto plazo.
¿Cambio en modelo de negocios?
Expertos en aeronáutica como Rosario Avilés señalan que las aerolíneas domésticas tendrán la ventaja de que sólo a través de ellas se puede llegar a ciertos destinos dentro del país que no cubren las internacionales.
“Sin embargo, estas pequeñas líneas aéreas van a tener que cambiar su modelo de negocio, ya que pueden llegar a ser caras en comparación con los viajes y servicios que ofrecen las de mayor tamaño”, aseguró Avilés.
Algunas aerolíneas optaron por dejar un asiento libre entre pasajeros para respetar la sana distancia y evitar contagio por coronavirus, pero esta medida podría afectar las ganancias de las firmas aéreas.
“La IATA recomendó pensar en otras opciones, ya que al dejar asientos libres se reduce la capacidad de los aviones de hasta 30%, cuando algunas líneas aéreas necesitan un factor de ocupación arriba de 80% para que sean rentables sus vuelos”, afirmó Avilés.
Asimismo, comentó que las aerolíneas domésticas podrían ganarle terreno a las internacionales al inicio del levantamiento de restricciones tras la pandemia.
Esto porque los viajes de corto alcance hay menos de posibilidades de contagios que en los largos.
