Amenazan con aumentar cuellos de botella en los aeropuertos

 
Nallely Campos
hrs.

El final de la temporada vacacional de verano, la más alta para el mercado doméstico, está llegando como uno de esos nubarrones que amenaza con provocar una tormenta.



Y es que no sólo terminará el operativo especial que montó el Instituto Nacional de Migración (INM), de **Ardelio Vargas**, para agilizar la entrada a México de los viajeros provenientes del extranjero; sino que, además, el SAT está imponiendo una disposición que puede convertirse en otro cuello de botella.

Aunque son dos historias distintas, ambas confluyen y lo peor del caso es que los primeros afectados serán los viajeros y, en segundo lugar, las aerolíneas.

Sobre el primer asunto, el INM ha apoyado las peticiones, tanto de la Sectur, cuya titular es **Claudia Ruiz Massieu**, como de la Canaero, que comanda **Fernando Flores**, para aumentar, en alguna medida, el número de oficiales migratorios que autorizan la entrada de los turistas.

Pero una vez concluido este periodo vacacional, el programa emergente no seguirá funcionando y entonces crecerán otra vez las filas y los tiempos de espera.

El problema es la falta de recursos presupuestales, pues el INM necesita más dinero pero el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) no da para más y menos en estos años económicamente complicados.

Incluso algunas organizaciones como el Grupo Aeroportuario del Pacífico (GAP) han ofrecido fondos para capacitar más oficiales; algo que no camina, pues un particular no puede destinar recursos para apoyar a funcionarios públicos, que además tienen que ver con la Seguridad Nacional.

Al respecto, las aerolíneas están viendo que, junto al enorme incremento de turistas internacionales, también está creciendo el Derecho de No Residentes (DNR), del cual 70% lo recibe el Consejo de Promoción Turística de México (CPTM), 10% el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) y 20% el INM.

Y aunque este último, originalmente, había recibido dichos fondos para un programa temporal de modernización de su infraestructura, luego de lo cual los retuvo, el hecho es que ahora resulta urgente que cuente con más dinero para habilitar a los oficiales migratorios rebasados por el éxito turístico.

Este año, el INM tiene dos mil 880 millones de presupuesto, con 512 amarrados para infraestructura; mientras que el CPTM tres mil 168, de los cuales 882 son para gasto corriente. Pero si la promoción y la llegada de viajeros siguen creciendo ¬—algo muy deseable— habrá que encontrar cómo resolver el tema migratorio, pues de lo contrario ya no será tan agradable venir a México.

Además, y a raíz de las historias de terror que han sufrido algunos jóvenes a quienes les cambiaron las maletas en Sudamérica por otras con drogas, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) acaba de emitir un nuevo “Protocolo de Revisión de Pasajeros”.

Su propósito es resolver un asunto grave, aunque de la manera en que está planteado entorpercerá los flujos de entrada de los turistas.

Hacer todo esto, sin pensar en estos últimos, puede golpear una de las pocas actividades económicas que están creciendo en este momento.



hrs.

Periodista especializada en turismo

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