Las indeseables agencias de viajes patito

 
Alonso Gordoa
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Si cuando el principal negocio de las agencias de viajes eran las comisiones por emitir boletos de avión, un emprendedor podía arrancar una agencia con un teléfono y un escritorio; hoy sólo hace falta una computadora y una conexión a internet.



Hace unos días, **Julio César Castañeda**, presidente de la Asociación Mexicana de Agentes de Viajes (AMAV), pidió a las autoridades acabar con las “agencias patito” durante la celebración del día de los profesionales del ramo.

Propuesta largamente repetida, pero difícil de llevar a la práctica, pues prácticamente no existen barreras de entrada para esta actividad económica.

Así es que, además de enfrentarse a la cada día más intensa competencia de las agencias de viaje en línea (OTA, por sus siglas en inglés) y a las estructuras de comisiones excesivamente apretadas de las aerolíneas, los agentes en México comparten la mala fama de quienes defraudan a la clientela. En el pasado Mundial de Futbol de Brasil, Escouturs, agencia de Guadalajara propiedad de **Javier Escobedo**, cobró fama cuando dejó varados a casi 300 pasajeros a quienes debía de transportar desde Recife.

Aunque éste aclaró que un operador, **Lorenzo Reyes Retana**, le había incumplido a su vez, nuevamente las agencias patito hicieron acto de presencia entre los viajeros mexicanos que acudieron a la gesta deportiva.

La opción más eficaz para frenar estos casos es que los propios viajeros estén conscientes y alerta y sólo contraten estos servicios con agencias bien posicionadas.

La AMAV, por su parte, ha insistido en que se aplique la nueva Ley General de Turismo, en donde se contempla la existencia del Registro Nacional de Turismo (RNT), que obliga a inscribirse a las empresas legalmente establecidas.

Además, los agentes de viajes proponen que la Procuraduría del Consumidor haga una campaña alertando sobre el problema y que los viajeros no contraten con agencias que no demuestren su existencia con teléfonos y domicilio físico.

**Divisadero**

Profepa. El 10 de julio fueron clausuradas las nuevas obras que se realizan dentro del desarrollo Grand Coral Riviera Maya, del empresario español **Juan Poch**.

Resulta que la delegada de la Procuraduría Federal del Medio Ambiente, **Ludivina Menchaca**, encontró que habían sido destruidos más de ocho mil metros cuadrados de mangle, especie amenazada y protegida por la Norma Oficial Mexicana 059.

Menchaca, quien salió de las filas del Partido Verde, participó en la redacción de la llamada Ley Manglar, que frenó inversiones turísticas el sexenio pasado.

Ahora nadie le podría escatimar la razón si la afectación al mangle fue de esa medida y además ha dicho que ya hay otros casos que está revisando la dependencia a su cargo.

Su trabajo será digno de elogio, siempre y cuando ella también ciña sus acciones a lo que marca la ley.



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