El Polyforum Siqueiros, icono de la capital, a punto de cerrar

 
Alonso Gordoa
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Cada destino relevante tiene rincones que le otorgan su personalidad y uno de ellos, en la Ciudad de México, es el Polyforum David Alfaro Siqueiros.



Un espacio que está próximo a cerrar para ser mudado y aprovechar un espacio económicamente valioso, en un negocio más grande.

La historia contada rápidamente es que el empresario **Manuel Suárez** (qepd), quien fue propietario original del inmueble donde hoy se encuentra el World Trade Center, acordó con el gobierno federal mantener ocupado al muralista en el Polyforum, con el compromiso de que este último ya no participaría en actividades subversivas.

El Polyforum es una obra monumental, pero el tiempo lo ha avasallado y muchas secciones hoy se encuentran deterioradas y sin la posibilidad de ser restauradas con recursos públicos, ya que se trata de un espacio privado.

Es así como **Alfredo Suárez**, uno de los hijos de don Manuel, y albacea de la herencia de este último, tomó la decisión de cerrar dentro de unas semanas este espacio, para moverlo a una esquina del mismo predio.

Como si fueran los clusters, los palacios franceses que han sido transportados en bloques a sitios tan diversos como Nueva York o Bahamas, la idea es desmontar el Poliforum, moverlo y rearmarlo dejando libre un espacio inmobiliario donde se desarrollará un nuevo proyecto.

La familia está en su derecho de hacerlo y lo único relevante en este caso sería que las autoridades culturales vigilen que no se afecte la obra de uno de los grandes artistas mexicanos del siglo XX.

Pero también en el camino esta decisión afectará otros proyecto y uno de ellos es el Piano Bar Siqueiros, un lugar de bohemios que es favorito de artistas como **Joaquín Sabina**, **Silvio Rodríguez** o **Juan Manuel Serrat**, por mencionar algunos.

Dicho espacio nació hace más de una década, cuando **Magdalena Rodríguez Maldonado**, su concesionaria, le contó a Manuel Suárez cómo volvería ese espacio un sitio concurrido y lo hizo.

Bebidas justas y buena comida fueron el preámbulo de un bar que se volvió exitoso por su discreción y buen servicio, ya que muchos políticos, empresarios y demás amantes de la bohemia lo hicieron suyo para cantar.

Fue así como el famoso caricaturista **Luis Carreño** comenzó a dibujar a los habituales relevantes, el último **David López** hoy vocero del presidente **Enrique Peña**.

Rodríguez nunca objetó la decisión de Alfredo Suárez de cambiar la vocación del Polyforum, pero hoy este bar podría desaparecer, pues los empresarios que aportarían el inmueble adonde se mudaría cambiaron de opinión a la última hora.

Todo esto es un caso interesante, un ejemplo que involucra la inevitable transformación de una megalópolis, pero también la importancia de preservar esos espacios que le han dado su personalidad.



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